Las lesiones castigan al Pontevedra

El Pontevedra fue capaz de encadenar tres resultados consecutivos positivos, algo que no pudo hacer hasta la llegada de Manu Fernández al banquillo del primer equipo, pero esa racha peligra ante la plaga de lesiones que está padeciendo la plantilla granate desde el inicio de temporada.

El último en caer en desgracia fue Tubo. El centrocampista porriñés acudió ayer al Hospital Domínguez en donde el médico del club le hizo una ecografía para comprobar la gravedad de la lesión. Por lo de pronto tiene para un mes de baja, pero habrá que esperar otra semana para realizarle más pruebas, ya que es posible que tenga el ligamento roto, por lo que la lesión sería más grave y se perdería posiblemente toda la temporada.

De cara al entrenamiento que se celebrará esta tarde, a partir de las 16.00 horas, en el campo de A Xunqueira, el técnico pontevedrés cuenta con seis bajas, lo que provoca que para el partido del jueves en Vigo frente al Rápido de Bouzas tenga que echar una vez más mano del filial.

El técnico renunció a realizar un entrenamiento el lunes con el fin de evitar que cualquier otro jugador sufriese un infortunio y no pueda estar en condiciones de jugar en esta jornada adelantada, ya que el domingo también volverá a haber jornada liguera.

Tubo, Pablo Lede, Javi Otero, Caco y Santi Domínguez son irrecuperables para visitar el campo del Bouzas, el único que podría llegar es Fran Fandiño, pero antes tendrá que hacer hoy una prueba para comprobar si ya no tiene molestias musculares. Arriesgar a cualquiera de los otros futbolistas sería un grave error de cara al futuro de la competición.

La única novedad posible es el regreso de Pablo, tras cumplir el partido de sanción marcado por el Comité de Competición. Él y Miguel se jugarán una de las plazas en el eje del centro de la defensa. La otra duda pasa por conocer quien jugará en la banda derecha, en la que Richi e Ismael son los aspirantes a hacer olvidar por una semana a Tubo.

Los granates llegan al partido con la moral por todo lo alto, tras hacer siete puntos de nueve en las tres jornadas dirigidas por Manu Fernández, pero no tendrán fácil continuarla, ya que enfrente también va a estar otro equipo en línea victoriosa.

El Rápido de Bouzas lleva cinco jornadas consecutivas sin conocer la derrota y está a solo cuatro puntos del Pontevedra, tras un comienzo muy irregular de la competición. El grave problema de los pontevedreses consiste en la penuria ofensiva que lleva demostrada el equipo desde el comienzo de la liga. En diez jornada solo ha logrado diez goles, uno por partido, pobre bagaje para un equipo que aspira a jugar el play-off y a buscar el ascenso a Segunda División B.