El Pontevedra B afronta el encuentro de esta tarde (16.00 horas) ante el Choco como una final, pues en caso de lograr los tres puntos certificaría la permanencia en Preferente Autonómica, pero además le echaría una mano al Portonovo y el Sanxenxo en su lucha por alcanzar el ascenso, ya que el cuadro de Redondela es un rival directo en la lucha por las dos primeras plazas.

Manu Fernández, técnico del filial granate, tiene muy claro que "nos queda poquito y somos conscientes de que si vencemos mañana -por hoy- al Choco y pierde el Mondariz ya aseguraríamos la permanencia, pero se enfrentan al último clasificado y no creo que pierdan". Añade el entrenador pontevedrés que "nosotros confiamos en nuestras posibilidades, y aunque vamos a tener alguna baja, esperamos acabar la jornada celebrando el triunfo".

En relación al rival, Manu Fernández reconoce que "en estos momentos es el equipo de la categoría que está en mejor forma y solo hace falta mirar sus últimos resultados. Es un rival a temer, porque tiene un medio del campo con jugadores de mucha calidad y veteranía, pero además arriba tiene a Chus, que es un goleador y que nos puede crear muchos problemas".

De cara la enfrentamiento de esta tarde, el técnico decidió convocar a los siguientes jugadores: Edu, Adrián, Uru, Bruno, Adán, Pacheco, Cristóbal Domínguez, Héctor, Paco, Emilio, Víctor, Pibe, Tomás, Javi Pazos, Pingui y Pedro.

Son bajas por lesión el meta Lucas, que tiene una fractura en el quinto metacarpiano en un dedo, así como Collazo, con una sobrecarga. Tampoco podrá estar Diego González, que además de estar lesionado, tiene dos partidos de sanción.

Tras este complicado partido, el Pontevedra B tendrán la oportunidad de asegurarse la permanencia matemática ya que en la siguiente jornada visitarán al Verín, un rival asequible y que parece sentenciando al descenso, para cerrar la temporada en casa con la visita del Barco, un equipo que comenzó muy fuerte la competición y que en estos momentos no tiene ningún objetivo en concreto.