El Marín recalcula sus cuentas. Si a mediados de febrero se proponía lograr ocho victorias en lo que quedaba de temporada para asegurarse la permanencia, la remota posibilidad de lograr esa cantidad (tendría que sumar por triunfos los siete encuentros que quedan) obliga a estar muy pendiente de los marcadores ajenos. Los de Toño Lodeiro lo están hoy del Verín, el equipo que marca el corte de la salvación y que si gana al Estradense estará ya 10 puntos por encima.

El objetivo, al margen de lo que pueda ocurrir hoy en la cita en la que los ourensanos reciben al Estradense, semeja cada vez más utópico. Sobre todo después de un resultado como el que sufrieron los marinenses en la cita adelantada al jueves de esta última jornada (2-7 ante el Gondomar). Esta goleada supuso la sexta derrota consecutiva de un plantel que no muestra signos de mejoría.

De aquí a que acabe el campeonato les esperan duelos que se presentan especialmente exigentes por ser contra equipos de la zona alta, donde también está mucho en juego. Sin ir más lejos, el Marín, otra vez en San Pedro, recibirá el próximo fin de semana a un equipo que aspira al liderato, como es el Sanxenxo. En la penúltima jornada se enfrentará al rival que ahora ocupa la privilegiada posición, el Cultural Areas.

Además de a estos dos equipos, el Marín tendrá que medir sus fuerzas ante otros cinco. Después de competir contra el equipo amarillo, visitará al Atios y, a continuación, jugará contra O Grove, Valladares y Lalín.

El penúltimo fin de semana de competición será cuando visita el campo del equipo que ahora encabeza la clasificación. Por último, en caso de que los marinenses llegasen con alguna opción al fin de semana de clausura, se tendrían que entregar a fondo ante el Choco.

Este es el exigente panorama que le espera al plantel después de un campeonato que comenzó muy lastrado por las numerosas y continuas bajas. Algo que le llevó a que en las 13 primeras jornadas de liga solo hubiese sumado seis puntos. Tras la reacción que experimentó entonces y que le permitió engancharse a la salvación, ahora llega a la recta final del calendario en condiciones muy poco favorables.