El campo de O Carrasco tuvo que aguardar hasta los últimos minutos del encuentro entre Marcón y Caldas para acoger un encuentro que resultase algo emocionante. Ambos equipos esperaron hasta los compases finales para presionar al adversario y acabaron firmando un empate que de poco les vale. Los anfitriones, en la zona media alta, están ya lejos de poder pensar en metas mayores. Los visitantes, un poco por encima de la salvación, necesitarían triunfos para evitar riesgos mayores.

A lo largo del primer tiempo ninguno de los dos conjuntos mostró méritos evidentes para hacerse con los tres puntos. Ambos entraron al partido sin demasiado acierto y con escasa actitud. Tras la reanudación las cosas cambiaron y tanto pontevedreses como caldenses empezaron una trayectoria ascendente que les llevó a tener mayor intensidad en el último cuarto de hora.

El local Adrián abrió el marcador en el minuto 75. La alegría no duró demasiado en la afición local. Solo ocho minutos después Augusto firmó el 1-1 definitivo.