"Fue uno de los partidos más completos en casa contra un equipo que sabíamos que nos iba a jugar así", indicó Milo Abelleira. El entrenador del Pontevedra explicó el gol del empate como "un fallo de ajuste en la defensa por dejar llegar desde atrás a un jugador como llegó y así tuvimos ese fallo y lo pagamos con un injusto empate".

El míster analizó el encuentro de ayer frente al Barbadás argumentando que "trabajamos muy bien durante los primeros 45 minutos, sacando balones por un lado y por otro, yendo por dentro, teniendo muchísimas ocasiones de gol; no fuimos capaces de anotar esas ocasiones y después tuvimos doce minutos muy malos al inicio de la segunda parte, en los que cedíamos mucho terreno y no teníamos nunca el balón; ahí llegaron algunas llegadas de ellos y ese gol, por tomar los riesgos que tomamos al estar en campo contrario", explicó Abelleira.

El técnico asegura que el equipo granate quiso trabajar durante la segunda parte como lo hizo en la primera, "y del minuto 12 al 25 estuvimos como en la primera mitad, sin tantas llegadas y sin tantos centros, pero luego ya llegó el final del partido que fue un poco a la desesperada y aún así tuvimos dos o tres ocasiones muy buenas en esos últimos minutos", indicó.

Otros defectos admitidos por el míster son que "los delanteros no tuvieron su día" y que "arriba no estuvimos nada bien, aunque detrás estuvimos francamente bien porque no dejar llegar arriba al rival es lo que se debe hacer en estos partidos, que deberían acabarse ahí, en la primera parte y si no se acaban después lo pagamos porque todo el mundo está un poco cansado de ese esfuerzo", argumentó el míster.