Una inoportuna epidemia de gripe que ha afectado a algunos miembros de la directiva del Villalonga ha dado al traste con la posibilidad de que Julián Ferreiro pudiese sentarse el domingo en el banquillo del García Hermanos para medirse al Betanzos. La presencia del nuevo entrenador en el banquillo está a expensas de que el club pueda solventar la deuda que algunos jugadores han denunciado en la AFE correspondiente a la pasada temporada. Este hecho es el que impide al club de San Pedro poder tramitar la licencia de Ferreiro, quien ya dirigió al equipo desde la banda en la victoria ante el Somozas. En este sentido, la junta presidida por José Miniño, uno de los afectados por el virus, ya había avanzado las gestiones para recaudar el dinero adeudado y abonar así las cantidades correspondientes a cada jugador. Sin embargo, la inoportuna gripe ha llevado a la directiva a darse un margen de unos días.