Cabeza alta tras una histórica batalla

El estadio de O Couto fue testigo de una noche repleta de emociones con un Ourense CF que, por primera vez en su historia, disputaba unos octavos de final de la Copa del Rey y lo hacía ante un Valencia CF que, aunque superior en posesión, tuvo que sufrir para lidiar con la intensidad, la ilusión y el empuje de un conjunto local que acabó cediendo con la cabeza alta.

El Valencia comenzó el encuentro con mucha posesión, dominando los primeros compases del juego. Desde el primer minuto, los de Mestalla mostraron su capacidad para mover la pelota, sobre todo por las bandas, donde Foulquier y Jesús Vázquez estaban muy activos, desbordando en varias ocasiones a la defensa gallega. Así la primera gran oportunidad llegó en el minuto 9, cuando Sadiq, en un centro de Jesús Vázquez, falló por poco un remate de cabeza que parecía más sencillo de lo que terminó siendo. Un error que evidenció que el Valencia no estaba encontrando la facilidad para perforar la puerta del Ourense.

Poco a poco, con un fútbol directo y la ayuda de Carbonell en la medular los locales tuvieron la suya. Jairo Noriega se internó en el área y disparó a puerta, pero Dimitrievski, con mucha seguridad, evitó que el marcador se abriera.

Pero la afición ya se había caldeado y los de Pablo López se crecían aumentando la presión sobre el conjunto che, aprovechando las pérdidas de balón rivales para tratar de contrarrestar con llegadas rápidas. En el minuto 28, un centro peligroso de Foulquier desde la derecha fue bien detenido por Pato Guillén, evitando el remate de Sadiq y propiciando los primeros ritos de «si se puede».

Los de Corberán no visitaban O Couto para dar un paseo y tuvieron otra ocasión, tras un saque de esquina de Pepelu, de nuevo apareció Sadiq, pero también Pato Guillén que evitó el tanto y mantuvo a los suyos con un brillante empate sin goles al descanso.

Tras el paso por vestuarios, la peor de as noticias. Carmona erró un despeje a un remate de Martín Tejón y metió el tanto en propia puerta. Tocaba remontar. Los pontinos se abocaron a la estrategia a balón parado. Lo intentó Raúl Prada en un córner y se topó con el despeje, pero no con el desánimo. Como tampoco lo izo un disparo de Sadiq que, a la hora de encuentro, puso en tensión a la rada, solo para irse por encima del larguero.

Espoleo suficiente para el Ourense CF, Alberto Gil corrió, encontró a Ángel Sánchez y el mallorquín no lo dudó. Con el recuerdo del Real Valladolid y el Dépor en la retina lanzó con total intensidad persiguiendo algo que sabia posible. Esta vez, al palo.

Volvieron a insistir. Ángel Sánchez se revolucionó, venció a tres oponentes y Jerin mandó el esférico fuera. Pero el asedio estaba servido, Carbonell pugnó y logró un saque de esquina que, de jugada ensayada fue entre los tres palos donde Dimitrievski puso freno al entusiasmo.

Pese a los buenos minutos de los anfitriones fue el Valencia quien volvió a sumar. Tuvo paciencia el conjunto visitante y, con ello, Jesús Vázquez llegó al área pontina, pero otra vez Pato Guillén se mostró seguro, atajó y mantuvo el empate. Aunque solo durante un minuto más, el tiempo que tardó en llegar el jarro de agua fría en forma de acierto de Sadiq. El delantero nigeriano, aprovechó un buen pase de Sergi Canós, recortó y disparó con precisión hacia la escuadra, batiendo a Guillén y poniendo un difícil 0-2.

Pero el Ourense CF no se rindió. A pesar del gol en contra, el conjunto ourensano siguió luchando. En el minuto 84 un recién entrado en el campo de los azules, aunque valenciano de nacimiento, Álex Gil, tuvo una oportunidad clara para igualar el marcador; pero su remate tras una jugada colectiva de los locales se marchó desviado. La pelota pasó de un lado a otro del campo hasta llegar a la posición de Gil, pero la finalización no fue precisa, y el club se quedó con las ganas de marcar en el tiempo reglamentario. Y también en el añadido. Con los cinco minutos extra terminó la aventura del Ourense CF en la Copa del Rey.