Quien se acercase ayer al Municipal de Espiñedo esperando vislumbrar un espectáculo futbolístico de los que el Arenteiro ha hecho costumbre, no tuvo suerte. El equipo de Javi Rey ayer no se encontró sobre el terreno de juego y acabó cediendo su segunda derrota del curso, otorgando los tres puntos al necesitado Unión Popular de Langreo.
Avisba el míster, Javi Rey, en días previos, que aprovechando el ascenso ya confirmado, no descartaba darle minutos a aquellos jugadores que tuvieron menos a lo largo de la temporada. Lo que no decía es que sería a todos a la vez. Así ayer hubo sorpresa nada más ver la alineación, pocos eran los nombres de los titulares habituales y poco habitual fue lo presenciado.
Lo intentó Romay con el único disparo que resultó amenazante. Se fue alto. También probó suerte Manín, pero tampoco pasó, quien casi la tuvo fue Bayo obligando a Adriá a estirarse para evitar el 0-1 antes del descanso.
A la reanudación alguna ocasión más, pero todas asturianas. Arzalluz y Chus llegaban al área sin complicaciones, esas en las que metió Luis a Adriá, porque su disparo se paseó por la línea hasta que el propio césped escupió el esférico.
Pero fue una suerte de cinco minutos, los que tardó Bayo en rematar en la red tras un buen centro de Arzalluz, que le dio el pase de la muerte. Javi Rey movió banquillo, pero no se agitó el campo. Tranquilidad absoluta a pesar del resultado.