La Unión Deportiva Barbadás ya puede presumir de haber competido en una eliminatoria de Copa del Rey. Los de Agustín Ruiz se vieron obligados a desplazarse desde Os Carrís hasta O Couto para hacer historia y lo hicieron con gusto. En el campo capitalino recibieron al Real Valladolid, entrenado por Pacheta, con un único deseo, meter un gol y no salir extremadamente goleados, todo ello bajo la premisa de disfrutar y pasarlo bien. Casi dicho y hecho.

Antes del inicio del encuentro, un par de minutos de homenaje a uno de los grandes de los azulones, David Soares que con 38 años deja el fútbol y el presidente del club, Pablo Campelo le hizo entrega de una placa conmemorativa.

Y entonces, silbato inicial. Comenzaron sin dudas y sin concesiones los visitantes procurando hacerse con el encuentro desde el primer minuto de juego, tanto así que apenas rozando esos 60 segundos, Borja Atanes ya tuvo que emplearse bajo palos para evitar el primer tanto a un disparo de Kike Pérez que mostraba las intenciones de los pucelanos.

El Valladolid se hizo con la posesión del esférico, pero un Barbadás bien posicionado no daba opción a los remates. Un centro raso de Narváez lo despejó sin miramientos Marcelo, a continuación lo intentó Roque Mesa pero sin hallar meta y, con el asedio encontraron el espacio.

Minuto doce del encuentro y primer tanto. En un error defensivo de los azules, Sergio León remató en el primer palo un centro raso de Diego Moreno desde el lateral izquierdo que se coló bajo los guantes de Atanes.

Intentaron responder los anfitriones y se toparon con un córner favorable a los de Pacheta, lanzó Kike Pérez, pero despejó sin complicaciones Gabri, evitando males mayores. Tuvo entonces un disparo peligroso Moncho, pero lanzó demasiado alto. Entre intentos de unos y otros fueron pasando los minutos hasta una nueva ocasión peligrosa, un gran centro de Kike que Sergio León no supo convertir esta vez en un acierto. Pero continuaban en la procura del 0-2, Moncho lanzó y Borja despejó a córner para alegría de la grada.

Llegaban los mejores minutos del Barbadás y con ellos su mejor ocasión, Diego Moreno golpeó a Toño Nespereira, convirtiéndose en una falta favorable que lanzó el propio capitán, aunque no consiguió herir a los pucelanos. Seguían en la procura del segundo tanto, así que una contra rápida fue la reacción de los blanquivioletas , se marchó Moncho, se la dejó a Aguado y este en el mano a mano con Atanes titubeó, buscó pase a Kike en vez de rematar y perdió una ocasión clara.

Nada que no solucionarían un minuto más tarde, el árbitro pitó falta y Sergio León volvió a proclamarse protagonista redimiendo a su compañero, un disparo raso al palo izquierdo fue imparable para Atanes. Y ya sobre el filo del descanso volvió a aparecer el Barbadás por medio del ataque para hacer frente al resultado, Rivero por banda tuvo dos avisos, el último con peligro para los vallisoletanos que recibieron el esférico en el lateral de la meta.

Tras el paso por vestuarios, Agustín Ruiz buscó un revulsivo y dio entrada a un delantero y un extremo, Xinzo y Parrilla, con los que los locales empezaron la segunda parte ocasionando peligro y presionando a un Valladolid que fue, poco a poco, bajando el ritmo. Aunque la primera fue visitante, Kike Pérez estuvo a punto de topar la red con un pase de Narváez.

Pero, quien tuvo la mejor ocasión fue el recién entrado al terreno de juego, Xinzo, recibió un pase de Gabri en la frontal y disparó, se le marchó alto y se lamentó, pero advertía a Masip, quien dos minutos más tarde se veía de nuevo sacando los guantes para parar un chut de Rivero.

Y cuando mejor estaban los locales, un error de cálculo de Nespereira propició un penalti para los visitantes, lanzó Kike, pero Borja había estudiado al oponente y desde los 11 metros paró un disparo que en la grada se celebró como un gol.

Quedaban los últimos minutos del encuentro y estuvieron marcados por los problemas físicos en ambos conjuntos. Por lo que el electrónico ya no cambió, 0-2, victoria para el Real Valladolid, pero historia con buenas sensaciones para un Barbadás que puede presumir de haber plantado cara a un Primera.