El Club Deportivo Arenteiro no puede estar mejor, los de Fran Justo están de dulce y todo lo que intentan sale y sale bien, así fue el partido ayer en Miramar ante el Marino de Luanco, donde los asturianos presionaron y parecía que lograrían un reparto de puntos que los verdes no ven desde las primeras jornadas, pero nada más lejos de la realidad. Tres puntos más en el casillero y un liderato un poco más sólido, porque a sus méritos se unen también las desdichas ajenas, su perseguidor en la tabla, el Guijuelo, cayó ayer.

Con 24 puntos se acostaron ayer los carballiñeses y ya con la vista puesta en su próxima cita, la de la Copa del Rey este próximo domingo en Espiñedo, a la que llegan con plena y total confianza, la misma que ayer les sirvió para imponerse a los anfitriones que ya por su logro en la Copa Federación, donde se proclamaron campeones, los recibieron con un pasillo.

Con esa entrada comenzó un partido equilibrado, disputado y de alternativas, al menos en la primera parte donde los gallegos empleaban a Pibe como arma de ataque y los anfitriones a Luis Nuño y a Adolfo, pero sin preocupar en exceso a los metas.

Al regreso del vestuario, los asturianos buscaron revulsivos en un triple cambio para pelear contra la imbatibilidad de los visitantes que ayer no la ponían en duda, porque un buen balón parado rompió la igualada, Curro, de cabeza, atravesó la red y ni los siete minutos de añadido cambiaron ese resultado.