El Club Deportivo Arenteiro tenía un cometido ayer en el campo de Baltar, en Portonovo, ante la Sociedad Deportiva Compostela: proclamarse campeón de la Copa Federación en su final autonómica. Era un objetivo complicado, los santiagueses habían vencido en el mismo escenario y en la misma final a otro equipo ourensano, el Ourense CF, en el 2019, el año que los entrenaba Fran Justo, quien ahora lleva la batuta del Arenteiro. Pero las dificultades fueron alicientes, los verdes serán los representantes gallegos en la Copa Federación a nivel nacional.
El encuentro prometía emociones fuertes y lo prometido es deuda, el partido fue frenético y tenso desde los primeros compases, cuando el CD Arenteiro salió mordiendo y se hizo con la posesión del esférico. Con el balón, los carballiñeses lo tuvieron a su favor para imprimir su ritmo, alto, muy alto, tanto que al Compostela le costó más de lo previsto meterse en el enfrentamiento. Pese a ello, las ocasiones de gol no aparecían sobre el césped hasta que, rozando el ecuador de la primera parte, hubo la primera llegada ourensana.
“Chegar e encher” resumiría lo acontecido en la jugada; el lateral zurdo, Joseca, tras una pared con Martín Lamelas, puso el primer tanto de la tarde superando con un disparo seco y raso a un viejo conocido ourensano, Pato Guillén. El tanto dio confianza a unos y dudas a los otros, pero la mezcla de ambas emociones en el campo favoreció a los de Soares que convirtieron una pena máxima en el empate gracias a la bota de Mario Rodríguez. Y con el 1-1 al descanso.
Tras la pausa la situación se mantenía idéntica, el Arenteiro dominaba y sometía a un Compostela que intentaba defenderse, aunque de nuevo sin ocasiones claras de peligro, la más relevante fue un cabezazo de un recién entrado al campo, Manín, que denotaba ganas y disparó por encima de la meta.
Pasaban los minutos y el crono apuntaba a desenlace por la vía larga, hasta que, a menos de cinco minutos para el fin del tiempo reglamentario, un centro desde la banda izquierda, lanzado por Pibe, llegó a los pies de Manín, que esta vez no falló. Al primer palo y a la fase Nacional de la Copa RFEF.
