El Ourense Envialia optaba a un único título esta temporada, el de la Copa Xunta. La cita la disputaron este martes, Dia das Letras Galegas, en el Pabellón de A Raña, en Marín, ante el Poio Pescamar, y allí y con ellas se quedó la posibilidad de ese trofeo. Lo cierto es que las ourensanas dominaron todo el encuentro, pero las locales fueron capaces de sacar una prórroga y de ella unos penaltis, fue ahí donde cayó el equipo de Gonzalo Morenín que, tras un día de reflexión, valora el esfuerzo de su conjunto.

“El deporte es muy cruel, la línea que separa el éxito del fracaso al final es un penalti”, dice con franqueza el entrenador local que, con todo, afirma que “después de la Copa Xunta la valoración del equipo es muy positiva”.

Así relata lo sucedido, “nos llevamos la decepción de no ganar el título pero habiendo trabajado mucho, eliminas en semifinales a doble partido al mejor equipo del mundo ( el Pescados Rubén Burela), en la final, durante 37 minutos, lo tenemos ahí y un golazo de Dani Sousa nos manda a penaltis y ahí tuvimos un penalti para ganar pero no lo metimos. Creo que el equipo compitió mucho y bien, sobre todo por las circunstancias”.

Unas circunstancias que se enmarcan en un viejo conocido de las capitalinas, las lesiones, un mal que este año pedían evitar a toda costa tras el peso que supusieron para el equipo la pasada temporada. Ante Poio fueron tres las lesionadas, Judith Pedreira, Chiky y Elisa Robles, pero nada como los fantasmas del pasado, “ Elisa lleva arrastrando problemas en el tobillo varias semanas, no sabemos si podrá jugar este fin de semana, Chiky fue golpeada y estamos esperando sus pruebas y Judith sí que sabemos que se quedó en un susto, fue un golpe en la boca del estómago, pero con ella no vamos a tener ningún tipo de problema”. 

En conclusión el técnico reconoce que “no vamos a negar que se nos quedó cara de tontos con el resultado y que hubo alguna que otra lágrima porque al final estuvimos muy cerca de conseguirlo, pero el fútbol es así”.

El objetivo, mantener la octava plaza

Ya no hay competiciones de Copas o Trofeos, solo la liga regular con cuatro semanas intensas por delante, la recta final tras un mes que no terminó con el mejor sabor de boca para el Ourense Envialia, un equipo que ya piensa en sus próximos rivales, el primero este mismo fin de semana, eso sí, de nuevo cita a domicilio, viajan hasta la Comunidad de Madrid para enfrentarse al Majadahonda este domingo en un horario aún por determinar. La meta ante las madrileñas no cambia frente al resto de oponentes, “nos quedan cuatro partidos de Liga en los que lo que vamos a intentar es defender la octava posición, que es la que tenemos. Aparte de eso básicamente disfrutar lo que nos queda, lo que resta de competición, un mes escaso, porque al final tampoco tenemos ningún objetivo claro más que salvar esta octava plaza”, esgrime Morenín. El entrenador dice no sin tristeza que “el play-off está imposible y es lo que hay”, por ello reitera que el club se centra en “disfrutar de una buena temporada en cuanto a trabajo y competición” aunque “no siempre acompañen los resultados”.