El Sala Ourense se desplazó ayer hasta Mieres para disputar el partido aplazado de la décimo primera jornada, un encuentro que no se suspendió a causa del COVID-19 sino por causas que recuerdan a los años previos a la pandemia, problemas con las goteras en el Polideportivo Sur, donde se disputaba el choque.

Así pues, los de Óscar Vivián han tenido que emplear su particular ‘Boxing day’ para acabar el año en Asturias hasta donde se desplazaron en un viaje que se inició a las 06.00 horas con más bajas que altas en el equipo. Entre lesiones y cuarentenas al míster le costó juntar 10 jugadores que pudiesen viajar, pero, con todos los obstáculos, llegaron convencidos de despedir el año con una victoria.

La primera parte transcurrió con un ritmo de exigencia física muy alto, los ourensanos golpearon primero en el marcador por medio del limiano Raúl Rivero; un gol que trajo rápida respuesta de los locales que, mediante Carballo y Alfredo, dieron la vuelta al marcador. En los últimos minutos, el Sala fue a por el partido e Igor empataba antes del descanso.

Tras la reanudación, alternancia en el dominio y un final de infarto. Ambos equipos pusieron sobre el parque el juego de cinco para hacerse con el triunfo, pero el sistema de ambos técnicos solo logró un intercambio de tantos. Tuvo Fer la oportunidad de poner por delante a los ourensanos en el 39 pero el balón se fue al palo y con él llegó el reparto de puntos.