El Arenteiro ha logrado despegar en esta temporada. El club había realizado una gran pretemporada de la que salió invicto y con la confianza reforzada, sin embargo la suerte no estaba acompañando en las primeras jornadas de su debut en la Segunda Federación, hasta ayer. En Espiñedo los verdes sumaron 3 puntos y mucha felicidad.

Empezó el encuentro sin un dominador claro, sin que nadie se acercarse al área contraria y sin comodidad por parte de ninguno de los equipos. A pesar de que el Arenteiro ejercía una gran defensa, le costaba a salir con acciones combinadas, no encontraba espacio para filtrar balones interiores y los pases largos no dañaban a los salmantinos hasta que en el minuto 22 aparecía un remate de Portela que ponía leña en el fuego. La primera llegada con peligro sirvió para encender el campo.  Desde ese momento los intentos fueron seguidos , siendo el más claro el de Adri Castro viéndose casi solo antes el guardameta visitante. Aunque llegaron al descanso sin goles.

Al regreso de los vestuarios se encontraron más cómodos los verdes y se hizo notar en el campo donde la presión iba en aumento pero también el nerviosismo, aunque no a partes iguales. Hizo más mella en un Salamanca que recibía varias tarjetas, una de las cuales llevó al primer córner a favor del Arenteiro, sacado por el experto, Álex Fernández, pero sin éxito.

Hubo una ocasión cara para el Salamanca y, como más vale prevenir que curar, Fran Justo realizó los primeros cambios dando la entrada a Joseca que fue el que propició la acción que dio lugar al gol, un centro que remató Victor Eimil ante la afición local.

Sin embargo, la celebración del gol quedó empañada, mientras grada y jugadores se centraban en Eimil y la celebración el árbitro sacaba roja directa: el partido terminó con la expulsión de Fran Justo y del segundo entrenador, Álex Vázquez.