Marcos Antonio Oliveira, más conocido como Oli, abandona el Atlético Arnoia. El delantero ha cumplido este pasado mes de junio los 45 años y aunque podría parecer este el motivo para retirarse, nada más lejos de la realidad.

– ¿A qué se debe esta decisión? ¿Ha sido propia?

–Sí, sí, totalmente mía y muy sopesada. Ha sido muy dura de tomar. Se debe a que sí yo no me puedo comprometer no me comprometo. Entre mi trabajo y que además soy entrenador en el Cidade de As Burgas no iba a ser posible estar con el equipo en cada entrenamiento o en cada partido, los viajes en tercera serían más lejos...podría ser que llegase de Alicante con las niñas del fútbol sala y me tuviera que subir a un nuevo autobús para hacer otro tramo de España para ir con el Atlético Arnoia. Si pudiese ir al 100% seguiría pero como no puedo no me comprometo.

– Se refiere a “ese partido” pero no es uno cualquiera, es con el que el equipo ha logrado el ascenso a la Tercera Real Federación y en gran parte gracias a usted.

– Gracias a mí... gracias a todos. Todos jugamos y todos lo hicimos lo mejor posible. Yo sin duda salí con muchas, muchas ganas y más porque salí cuando íbamos 0-2, estaba en el vestuario y ya les estaba animando diciendo que de esa salíamos y que lo íbamos a ganar, porque había sido nuestra intención desde el principio, habíamos trabajado para ello y era nuestro momento. Es cierto que yo di la asistencia para el segundo gol pero esos dos fueron de Luchi y el primero, que fue el que nos dio el ánimo, no tenemos muy claro de quién fue, incluso yo creo que fueron ellos mismos en propia puerta porque fue una sacada de córner y después muchos rechaces y muchos intentos hasta conseguirlo, pero ahí está. El resultado fue la hostia para qué decir otra cosa.

–Después de todo eso todavía ha tenido que ser más dura la despedida.

–La verdad es que ha pasado casi una semana y se me sigue poniendo la piel de gallina. Me dolió mucho cuando se lo dije a ellos , pero no les pilló de sorpresa ese día, los avisé por nuestro grupo de WhatsApp y fue duro. Pero más aún el domingo, cuando me dieron el micrófono la sensación fue rarísima. No quería que se pasase el tiempo.

–Seguro que con esa frase no coinciden los compañeros...

–Risas. Sí, a muchos se les estaba pasando despacio. Normal porque nos jugábamos mucho y teníamos que mantenernos en los tres goles que nos había costado conseguir, pero yo esos cinco minutos los hubiera estirado más. Le estuve preguntando al árbitro cuánto tiempo nos quedaba y en un momento me dijo que quedaban 2 minutos y yo dije ‘hostia tío, solo 2 minutos.’ Era la alegría más grande porque estaba celebrando nuestro ascenso pero también era pasarlo muy mal porque sabía que me iba.

–Claramente Oli no ha abandonado el fútbol.

–No, claro que tengo pensado seguir jugando mientras me divierta y por el momento es así. Sigo teniendo ganas e ilusión y me siento cómodo. De hecho ya he tenido un par de llamadas de algunos equipos aunque no diré de cuáles porque por el momento todavía estoy con el Atlético Arnoia, no ya como jugador pero sí con ellos porque mañana (por hoy) tenemos la comida de celebración.

– Será una comida especial porque, ¿habrá más de un entrenador al igual que en la temporada?

–Más risas-.  La verdad es que lo que le ha pasado al Atlético Arnoia esta temporada no me había pasado en ninguno de los clubs en los que he estado... incluso yo he estado de entrenador algún día -vuelve a reírse-. Yo no había tenido tanto cambio de entrenador, por no decir que no había tenido ninguno en la misma temporada. El único que se me viene ahora a la mente fue una vez estando en el Puente cuando destituyeron a Rios y vino Núñez, pero mira, nueva experiencia y de hecho es lo único “malo” ,por decir algo, que ha habido en el club. 

–¿Cómo ha sido esa experiencia?

–Buena en realidad. A Iván ya lo teníamos de antes y a Juanjo Vilachá, mira cuántos años llevo en esto que yo fui su entrenador. Estaba en mi equipo cuando yo dirigía a los alevines del Galáctico, la base del CD Ourense.

–Sin quejas del club, sin quejas de los entrenadores, ¿qué tal la afición?

–Es imposible decir nada malo. He jugado en muchos sitios y creo que no he tenido problema en ninguno, pero como en Arnoia, difícil. Desde el primer día que jugué hubo conexión con la gente, se vuelcan con el equipo y conmigo creo que ellos engancharon a mí pero yo más a ellos; era hacer un gesto a la grada pidiendo ánimos y obtener respuesta inmediata. No fallaban y el domingo tampoco lo hicieron, la conexión era muy fuerte, yo pedí en la segunda parte que gritasen para animarnos y la gente lo hizo como si estuviésemos en un 0-0 cuando íbamos 0-2.

–Entonces, con todo lo dicho, ¿qué es lo que más va a echar de menos?

–.Jugar en A Queixeira. Es un campo con unas dimensiones particulares y eso ya lo hace especial pero la gente que acude está muy metida y eso todavía más, sin duda lo voy a echar de menos. Después está claro que a mis compañeros, pero a la directiva también, a Juliño, a Rodrigo, a Noelia que también está muy involucrada con el equipo... voy a echar de menos todo.

–Pero echar de menos a nivel jugador, no va a abandonar por completo el club.

–En todo aquello que yo pueda ayudar al Atlético Arnoia los voy a ayudar y por supuesto en la grada voy a estar siempre que pueda, pero claro, no será en todos los partidos, porque yo sé que quiero seguir jugando y habrá días que coincidan los encuentros. Pero siempre que pueda por supuesto que voy a ser un aficionado más.

–Ha jugado esta temporada como delantero, pero ya había estado incluso bajo palos, ¿alguna exigencia para el nuevo equipo?

– ¡Qué va! He jugado una final de Copa siendo lateral izquierdo, jugando con el Nogueira de Ramuín estuve durante 15 minutos como portero cuando habían expulsado a Jacobo.... si es cierto que ahora juego más como delantero pero mi posición es la que me pida el míster porque yo lo que intento es ayudar al conjunto en el que estoy.

–Teniendo tanto perspectiva defutbolista como de aficionado, ¿como ve al Atlético Arnoia para competir en la Tercera Federación?

–. A Iván González -el entrenador- ya lo conocemos , ya sabemos cómo trabaja y ya sabemos hacia dónde intentar á tirar . Creo que va a ser muy importante que se crezcan en casa, en A Queixeira se van a tener que hacer muy fuertes y después... todo lo que puedan sacar fuera será bienvenido, pero en casa no se pueden perder puntos.