El Sala Ourense recuperaba ayer el partido aplazado frente al Domotec León, en una jornada que comenzó con la anomalía de que el cronometrador designado para el partido no acudió a su cita y los dos colegios que había se tuvieron que repartir tareas poniéndose unos mesa y otro en pista.

El encuentro empezó con ocasiones para el conjunto de Vivián por parte de Martín Otero que pudieron poner el 0-2 en el electrónico, pero sucedió lo contrario, los ourensanos recibían el 3-0 en los primeros 12 minutos acabando la primera mitad con el 3-1 gracias a Raúl Rivero que aparecía para acortar distancias. 

En la reanudación, nuevo tanto encajado y otra respuesta de Rivero, 4-2. Quedaban 10 minutos y los visitantes intentaron el juego de cinco. Enviaron hasta cuatro balones pero se toparon con el palo. Sin embargo, el acierto estaba de lado de los locales, tres balones más metieron en la red, cayendo la sentencia en el propio portero que envió de puerta a puerta.