Las juveniles del balonmano De Pueblo Carnicería Pabellón de Ourense volvieron a quedarse con la miel en los labios al filo de poder disputar la Final Four que ansiaban.

 El año pasado ya se quedaron a un paso pero, esa vez, fueron los motivos externos los que impidieron que consiguiesen alcanzar el objetivo, con la llegada de la pandemia se paralizó todo. Este año se han quedado a las puertas por el férreo rival al que se enfrentaron. 

Las chicas dirigidas por Aarón Nieto llegaron a Redondela nerviosas pero a pesar de ello se concentraron y salieron al partido con ambición y ganas de demostrar todo lo aprendido y lo que se merecían. Así el encuentro fue igualado, en el minuto 19 el resultado estaba inclinado a favor de las visitantes con un 4-7, pero no es una ciencia exacta y los pequeños errores y la fortuna local junto con el buen hacer de las chicas del SAR de Redondela lograron darle la vuelta al marcador y llegaron al descanso a tan solo uno por abajo. 

Con la reanudación del juego la tónica del partido no cambió: un tanto arriba, un tanto abajo, fallos e indecisión por ambas bandas y unas defensas duras. El club subraya a su portera de la que afirman que la actuación fue nada menos que “espectacular”. Todo el equipo luchó hasta el último segundo de partido por,  por lo menos, conseguir un empate para forzar la prórroga, pero no resultó. El electrónico se quedó como al pitar el descanso, uno por abajo, pero esta vez para las ourensanas. 

Un 22-21 que le otorgó el pase a la Final Four a las redondelanas dejando al equipo de las Burgas a las puertas por segundo año.