Tras varias anulaciones de jornadas previas, debido a la situación sanitaria, el hipódromo de Antela pudo volver a acoger la temporada de carreras. Este deporte se vio doblemente afectado, no solo la pandemia fue detonante del retraso en el inicio de las competiciones, sino también la rinoneumonitis sufrida por los caballos. Pese a todo, y tras mucho gestionar, finalmente encontraron una fecha disponible para disfrutar de seis carreras: tres en la modalidad de velocidad galope y otras tres reservadas a los trotones.

Así, en la jornada de ayer 500 espectadores pudieron disfrutar de una cita en la que, desde el hipódromo aseguran, “hizo un tiempo estupendo, las medidas se cumplieron a la perfección y como además contamos con bastante espacio, ya que es una actividad al aire libre, ha sido un éxito a pesar de la espera”. 

A las 11.00 horas salieron los primeros jinetes con sus caballos, un total de nueve participantes en una carrera reservada a caballos PSI y donde no había un claro favorito pero el ganador fue Aladierna. Tan solo 40 minutos, turno de los pura razas árabes con cinco caballos en liza. Tuvieron doble sesión, disputaron además el premio Xás donde Sandeed partía como favorito y las quinielas no se equivocaron.

Todos los caballos participantes en las carreras de galope son entrenados en Galicia por lo que había representación de las cuatro provincias gallegas, mientras que en la segunda parte de la jornada, dedicada al trote enganchado, la participación fue internacional aunque los mayores éxitos se quedaron en territorio nacional con la victoria del conductor Brais Quintas en el premio Sophiana Dijil.

Desde el hipódromo de Antela hacen saber que es una competición en la que con anterioridad había más representación española y que esperan que más gallegos se animen, “debería haber más”, censuran. 

Tanto las carreras de velocidad como las de trote puntúan para la clasificación final de las Copa Diputación de Ourense de velocidad y de trote enganchado.