El equipo de Óscar Vivián, animado por el triunfo de este fin de semana, salió a la cancha convencido de que la victoria se quedaba en casa. Acertaron.

La primera parte fue de claro dominio ourensano, Desde el primer minuto los locales mantuvieron una circulación del balón fluida y una presión alta con acierto en el área, tanto buen hacer táctico se vio recompensado y el luminoso lo reflejaba, 2-0 en los primeros diez minutos.

Pero, minutos antes del descanso, aparecía Rubén Mouriz una falta discutida por los locales le daba el gol al Ribeira.

En la segunda parte hubo una mayor igualdad que solo logró romper el último tanto del encuentro: un saque de banda ofensivo de Gus que dió lugar a que Fer apareciese, empujase el balón y directo a la red.

Con el 3-1 en el marcador a falta de cinco minutos de reloj los lucenses optaron por el ataque de cinco, de nada sirvió. Victoria para el Sala Ourense que reafirma su buena dinámica.