Solo podía quedar uno y continúa en la Copa el más fuerte, un Ourense Envialia que además hizo sangre. Nada que ver con el partido de liga de una semana atrás, como se temía Codeso en la previa se podía romper en cualquier momento. Y se rompió ya en la primera parte, en la que las de Iglesias sentenciaron, 0-4 en el descanso. Pero en la segunda siguieron y siguieron hasta terminar avasallando, 2-9. Tan rodada salió la cosa para las blanquinegras, que no necesitaron forzar a Andrea Feijóo, que debutaron dos jugadoras del equipo filial, Alexandra y Susana.

Apenas cinco minutos estuvo igualada la eliminatoria, hasta que Marta allanó el camino. Un pelotazo al palo mediado el primer tiempo fue la única respuesta verdiblanca, abrumadas a partir de ahí. Su realidad es otra y empieza el próximo domingo contra el Leganés.