Segundo contratiempo para los equipos ourensanos de la Primera división del fútbol sala femenino, en apenas dos jornadas. No pudo arrancar en fecha y hora el Envialia y ahora le toca el turno al Cidade de As Burgas, obligado a aplazar el partido frente al Leganés ante los tres casos positivos en el conjunto madrileño. Los hay peor, las pepineras es ya el segundo partido que no pueden jugar, después del que abría la competición frente al Poio.

Al mal tiempo pone buena cara Manolo Codeso, el entrenador verdiblanco: “Por buscar algo positivo, diría que igual nos viene bien jugar lo más tarde posible en casa, contra el Leganés íbamos a hacerlo en Oira y no es un pabellón que me guste mucho, la verdad. En la tercera jornada jugamos fuera”, en Poio, “con lo que espero que para la visita del Roldán ya podamos hacerlo en Os Remedios y ojalá que con aficionados. Nos viene bien ir ganando entrenamientos, lo necesitamos”.

Cuatro de los ocho partidos de la primera jornada no se disputaron, a tiro de jueves son ya dos los que se aplazan en la segunda, el referido Burgas-Leganés y el Burela-Intersala Promises, en este caso porque las aragonesas llevan confinadas desde el fin de semana después de haber dado un caso positivo.

La liga tiene programadas jornadas del tirón hasta el 12 de diciembre, la fecha del primero de los dos derbis ourensanos. Y ahí se toma un respiro, hasta el 16 de enero, momento propicio para que se jueguen los partidos aplazados.

Del primer partido, en Esplugues,Codeso regresó “encantadísimo con la alternativa a las más jovencitas. Pero disfrutar del viaje, disfruté cero”, remacha.