Regreso de vacío de Cangas, un gol de Aitor Díaz a falta de un cuarto de hora sepultó las esperanzas de una UD Ourense reconocible en nombres -siete de los que empezaron estaban la temporada pasada- pero no tanto en fútbol, ante un Alondras que empujó, sobre todo en la primera parte, y que fue a marcar cuando menos apretaba la soga sobre el cuello de los rojillos.

Salieron los futbolistas de la UD Ourense con esa camiseta color mostaza que se acuerda de los Suevos, cuando todavía no había fútbol. En el pecho, enfrentados, un dragón y un león prestos para pelear. Pelear pelearon, en un partido jugado con mucho ritmo, como si la pretemporada no hubiese sido accidentada.

Las ocasiones de gol no abundaron. Decía Jorge Otero, el entrenador del Alondras, que su única meta era el primer partido, que no contemplaba otras cuentas. Por eso quizá apretó tanto la creación ourensana, de manera que los guardametas vivían plácidamente.

Luismi se acercó al gol en el minuto 38, pero se topó con Pablo Corzo, un central de los de 'aquí estoy yo'. Fue Corzo junto a Alfredo el único superviviente en defensa de la temporada pasada, porque Gabi Sanín, que también jugó, fue ubicado en medio campo. En el lateral derecho entró Varo y en el centro Villa, recién salido de la etapa juvenil que tuvo que dejar el campo lastimado. Hacia delante, todos caras conocidas excepto De Dios, un infiltrado' entre los Rubén Durán, Champi, Isi o Hugo García. Poco se acercaron por la puerta de Martín, prácticamente inédito.

Hugo García nunca defrauda. Podrá marcar o no, pero incordia, siempre está con la mano levantada cuando se pide un voluntario para el alistamiento. Cercana la media hora se encontró con el portero en lo que bien pudo haber sido el 0-1. Pero Martín se ganó el sueldo.

Los ourensanos mandaban, el Alondras esperaba su momento. Dos delanteros, Amin y Migui, entraron en el campo, por Rubén Durán e Isi, en busca de una victoria que no se antojaba lejana. Y bien pudo haberla firmada Hugo, pero el remate a la salida de un saque de esquina no encontró portería. Replicó Jonas, la pelota se perdió cerca del poste.

Una desatención en la marca costó cara, Aitor Díaz, que ya se había visto en una igual en el primer tiempo, sí acertó ahora, cuando apenas quedaba un cuarto de hora. Reacción del banquillo visitante, otro delantero, Raúl Melo, junto a Tiago a la caza de al menos la igualada. No fue posible, el hambre con las ganas de comer, UD Ourense-Arosa, se juntarán el domingo.