El partido entre UD Ourense y Pontevedra no llegó a disputarse por culpa del positivo de un familiar, un hermano en concreto, de un futbolista del plantel ourensano. Es ésta la segunda vez que le pasa a los granates, que ya se quedaron sin jugar el pasado día 23, cuando no llegaron a pisar el césped de San Lázaro justo por la misma situación, sólo que entonces el afectado fue un futbolista de la plantilla del Compostela.