Pies en el suelo. Exigencia de Fran Justo nada más derrotar al Compostela. Pero ya se sabe que soñar es gratis, Carballiño vive en una nube de euforia conforme han ido llegando jugadores y entrenadores que le hacen visualizar una gran temporada. A todo trapo arrancó, encontró en Rubén Arce el futbolista desequilibrante que ya fue en su etapa anterior en Carballiño. Cercano el cuarto de hora, el ourensano enganchó un voleón tras el rechace de un balón puesto desde la esquina. El 1-0. Apenas ocho minutos después, habilitó con un taconazo a otro exUD Ourense, Marquitos, que resolvió bien. 2-0. Iban poco más de veinte minutos.

Superados los dos golpes, los compostelanos, compañeros de viaje de los ourensanos la temporada pasada pero con status de Segunda B para la que empieza el día 18, empezó a cercar el arco carballiñés, que mal que bien fue resolviendo hasta que a la media hora, Jimmy encontró un hueco por el que profundizar y el centro atrás lo mandó a la red Gabri Palmás.

Pasado el descanso, los santiagueses inclinaron el campo hacia el terreno de juego local, pero siempre demasiado expuestos a las contras de un Arenteiro que había refrescado el ataque con la entrada de Sylla y Javi Pazos. En una combinación entre los dos sólo el cruce como un avión de uno de los centrales evitó el tercero.

"El resultado es lo de menos, lo que necesitamos es empezar a conocernos. Se han cumplido los objetivos", remarcó Fran Justo, que añadió que "somos dos equipos que vamos a competir muy bien en nuestras categorías. Somos exigentes en todo lo que hacemos, sean partidos amistososa u oficiales".