Más de dos meses después. La selección española sub23 femenina de piragüismo, compuesta por diez palistas bajo la dirección de Fausto Moreno, en el embalse ourensano desde el mes de julio, dejó el miércoles Castrelo de Miño para poner rumbo a la Copa del mundo en la ciudad húngara de Szeged. Previamente, entre viernes y domingo, las palistas deberán acometer un selectivo en Verducido, en Pontevedra, que será el que dictamine qué deportistas representan definitivamente al piragüismo español en una temporada atípica marcada por el Covid-19, que ha aplazado muchas competiciones o directamente las ha suspendido.

Maribel Rodríguez, piragüista en activo, exconcejal de deportes en el concello ourensano de Castrelo de Miño, detalla que "la Federación nos escogió para esta concentración porque la lámina de agua es una de las mejores de España. Estas palistas entrenan normalmente en el Centro de Alto Rendimiento de Sevilla, pero estimaron que de cara a la Copa del mundo el mejor sitio era Castrelo. Aquí han estado dos meses".

Sara y Lara

Rodríguez, en su condición de palista, adelanta de cara a la Copa del mundo que "va gente muy buena, de las nuestras yo me quedaría con Sara (Ouzande), que es un portento, conjuga un carácter muy bueno fuera del agua con un afán competitivo dentro, para mí la futura Teresa Portela; y con Lara (Feijóo), la más jovencita de todos, menudita pero con una técnica bestial", una y otra del Kayak Tudense.

Hace apenas veinte días, el Kayak Tudense obtuvo plata en los campeonatos gallegos sprint, sólo por detrás del Ciudad de Pontevedra. En aquella cita, Sara Ouzande ganó dos medallas de oro, en la distancia de 500 metros junto a Tania Fernández y el obtenido en el kayak individual sobre 200 metros. En esta última prueba, Lara Feijóo entró inmediatamente detrás.