Elías González ha cambiado de sitio el despacho, ha cambiado el piso de Ourense por un lugar retirado con pocas casas en Lavacolla, cerca del aeropuerto de Santiago. Allí, junto a su pareja, Montse, continúa enfrascado en la enseñanza del ajedrez, con jornadas verspertinas que nunca son de menos de cinco o seis horas. Como todos, echa de menos aquellas pequeñas cosas que cantaba Serrat. El sábado 14 de marzo por la mañana, el presidente del Xadrez Ourense cogió el petate y se marchó. Alfil arriba alfil abajo, a un paso de la capital de Galicia mantiene inalterable la rutina.
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- A un paso del aeropuerto, ¿por si tiene que coger un avión?
- Qué va, estamos muy bien aquí, tenemos mucha suerte porque viendo como está el mundo... No nos podemos quejar, más bien dar las gracias. Menudo frenazo en nuestra vida el que nos ha tocado.
- Usted no esperó a que el presidente decretase el estado de alarma, ¿no?
- El día 12 (jueves) ya faltó algún niño a los entrenamientos, el sábado ya no vinieron cerca del setenta por ciento. Estuvimos una semana parados buscando una plataforma para continuar con el trabajo.
- ¿Cómo es un día cualquiera?
- El desayuno es ahora un poco más rico, no hay prisa. Tenemos nuestro terrenito aquí, con sus ovejas... Hago algo de deporte en la máquina, no todas las mañanas. Hemos salido de una forma más que esporádica. Por la tarde, el que manda es el ajedrez.
- Vamos, que es un confinado ejemplar...
- Puede decirse que sí, en estos cuarenta días habré salido tres veces. En general, yo creo que todo el mundo se está portando bien, los chavales están siendo unos héroes. Si esto me pasa cuando tenía diez años, exploto y me tiro por el balcón.
- ¿Por qué se fue?
- Montse, mi pareja, trabaja en Santiago, esta casa en la que estamos es de ella. Yo tengo una cerca de Celanova, pero está menos equipada. Hablamos y nos dijimos, 'me voy yo para allá'.
- Pero el ajedrez que no falte...
- El noventa por ciento de las clases podríamos decir que están siendo normales. Tenemos dos sistemas, una plataforma y skype, ésta para oírnos, vernos no nos hace falta.
- ¿Echa de menos el trajín de la ciudad?
- No, lo que echo de menos son otras cosas, aunque si soy honesto no muchas, quizá el tiempo libre que antes no tenía. Aquí cocino, veo la tele, leo... Lo que sí echo en falta es arrancarte al bar de abajo a las diez de la noche a tomar una cerveza, esa libertad de entrar y salir.
- ¿Cómo han quedado las competiciones?
- La liga gallega y los campeonatos autonómicos quedaron suspendidos, tenemos margen hasta diciembre. Me fastidia mucho por el Xadrez Verín, es un club emergente con un proyecto deportivo maravilloso. Habíamos completado cinco jornadas y era un líder sólido, la competición había llegado al famoso pico del que tanto se habla ahora y podía ganar, algo que los ourensanos sólo hemos conseguido una vez en treinta y pico años. Nosotros íbamos terceros. Nos queda por delante la liga nacional, entre septiembre y octubre, los ocho mejores, ascendimos en el 2018 y el año pasado acabamos terceros.
- Un estudio del Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud concluye que el 20 de mayo será el primer día sin fallecidos por Covid-19 en España. Ojalá, ¿verdad?
- Más que sí es cierto, lo que quiero es creer en ese estudio. Ni soy adivino ni médico, no tengo ni idea, pero me temo que tardaremos algún tiempo en llegar hasta ese momento.
-Andamos los futboleros y basketeros fastidiados con el deporte a puerta cerrada, a ustedes eso ni fu ni fa...
- No nos afecta en igual medida, pero sí echamos en falta las risas, las palmaditas, el estar contento en definitiva.
