A partir del lunes podrán salir a la calle los niños hasta catorce años, durante una hora diaria y cerca de casa. Iago Blanco tiene algunos más, su guerra es otra, de momento no aburrirse. No lo hace, cuenta para ello con otra futbolista en casa, su hermana Selenia. Tío y abuela completan el elenco familiar, al que se unieron los padres desde Arteixo. "Dentro de lo malo estoy muy bien, no me puedo quejar. Estar con la familia es algo que se agradece", detalla.
Suspiraba su compañero Dani Pedrosa por retomar la temporada... "Yo no lo veo, lo veo inviable, hay muchos hándicaps. El tiempo va pasando y los avances son muy pocos. En Primera y Segunda puede que se acabe, de ahí para abajo no lo tengo nada claro", subraya el coruñés. "Aquí llevo desde que nos notificaron que se paraba la liga, apenas he salido dos veces, para ir a la compra y otro día a la farmacia. Tengo la suerte que tenemos monte más que de sobra para salir con los perros, por terreno no es".
A falta de pan buenas son tortas. Iago aprovecha el tiempo para profundizar en las oposiciones para policía local. Muy en suspenso han quedado las vacaciones previstas para el verano, en la isla balear de Menorca. Todo estaba cerrado ya, los vuelos, el hotel. Arteixo se presenta ahora como el lugar de descanso, tampoco es una mala opción. "Arteixo es un lujo, aquí tenemos seis, siete playas", remarca.
Iago fue un habitual de la grada los primeros partidos, luego entró y se hinchó a meter goles. Lo tiene claro a la hora de escoger el mejor momento como futbolista rojillo. "Me quedo con el gol que le hice al Compostela, por cómo fue, por lo que significó. Marcar goles en el campo de O Couto siempre produce una buena sensación".
No todo han sido vino y rosas. Desapareció de las alineaciones, cuando volvió ya no fue lo mismo. "Agridulce es la palabra que mejor define la temporada, mi trayectoria ha sido similar a la del equipo. Nos hemos quedado con las manos vacías, veníamos de ganar en el campo del Compostela, quedaba mucho, quién sabe. Me tengo que quedar con los goles, sirvieron para que el equipo saliese de las últimas posiciones".
¿Tiene la sensación de que no ha terminado de explotar en Ourense? "Sí, aquí he jugado en una posición que no ocupaba desde la época juvenil, con los mayores siempre lo había hecho pegado a la banda. Me quedo con el resquemor de saber que podía haber hecho bastantes goles más".
Tan cerca pero tan lejos. Besos, tantos como todo lo que la echa de menos, se llevará cuando sea posible su novia, Iria, que espera en Tordoia. Cuanto todo pase será momento de pensar en el futuro, de nuevo en Ourense como primera opción para Iago. "Para todos los gallegos, Ourense y Compostela son los equipos más atractivos, por la historia y sobre todo por todo lo que arrastran", acaba.
