- Pronto les comunicarán que para la UD Ourense se ha acabado la temporada...
- Una lástima, aunque viendo cómo han ido transcurriendo las cosas era algo que todos manejábamos. A todos nos habría gustado una temporada normal, pero ha sido imposible, el fútbol y muchas cosas más han quedado en un segundo plano. Contesto con resignación, nos quedaba por jugar un tercio de la competición, nos gusta el fútbol. Decidiesen lo que decidiesen iba a ser imposible contentar a todo el mundo. Lo único que espero es que vuelva la normalidad cuanto antes.
- Ha publicado un periódico británico un artículo de un virólogo en el que asegura que el fútbol no se jugará con público hasta dentro de dieciocho meses. Para las categorías no profesionales ¿sería un mazazo irreparable?
- Pues muy posiblemente, la Primera y la Segunda pueden sostenerse a puerta cerrada con los derechos de televisión, pero el dinero que se ingresa en Segunda B, en Tercera, viene principalmente de los abonados y las taquillas. Si se cumple lo que dice ese señor será una muy mala noticia. Estamos en manos del destino, ojalá esos dieciocho meses sólo sean ocho. Ya habrá tiempo para pensar en todo eso, ahora debemos centrarnos en tener salud, esta epidemia nos ha pasado por encima a todos.
- Lo que se va a aprobar es que jueguen el ascenso los cuatro que ahora van primeros. Hablar por hablar, pero la UD Ourense está a siete puntos del cuarto, si le gana se pondría a cuatro, Choco, Arzúa o Fabril igual tenían algo que decir...
- Supongo con esta propuesta la intención de la Federación española es perjudicar lo menos posible. Si quitamos a Compostela y Ourense CF, que son inalcanzables, las otras dos posiciones es verdad que estaban abiertas. Las dinámicas cambian todas las temporadas, estoy seguro que la clasificación no iba a acabar como la vemos ahora.
- Vamos, que se le premia igual al colista que al que va quinto.
- Si anulas la temporada habrá equipos que se sientan perjudicados; y si permites que jueguen el ascenso los cuatro primeros, podremos quejarnos el quinto, sexto, séptimo y hasta el octavo. Esto es así.
- O sea, que el 8 de marzo se echó el telón, ¿lo asumen?
- No te queda otra, pero lo haces con mucha tristeza. El comienzo fue difícil, pero poco a poco fuimos compitiendo mejor. Vienes de ganarle al Compostela en su campo, después de hacer un esfuerzo enorme, y te encuentras esto... Es un golpe moral grande. En fin, toca asumirlo, pero con impotencia.
- Después de esa victoria en San Lázaro ¿llegaron a plantearse que podían abordar el cuarto puesto? El siguiente rival era el Barco, si le ganaban estaban ahí...
- Ese último triunfo nos produjo un subidón, pero el sentimiento era de prudencia. Lo que sí nos quedó claro es que podíamos competir, eso de 'si hemos ganado aquí ¿por qué no podemos ganar en cualquier sitio?' No es cuestión de si podíamos entrar en el play off, era cuestión que habíamos ganado donde no lo había hecho nadie.
- Cuando esto acabe, ¿seremos mejores?
- Eso depende de cada uno. Estas situaciones que te llevan al límite son las que te hacen plantearte qué estabas haciendo y qué es lo que te compensa. Todos juntos saldremos adelante antes.
