Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

fútbol - Preferente Galicia

En casa cuando ganaba y ganaba

Solo el parón de la competición ha podido detener a la UD Barbadás, que había encadenado cinco victorias

Agustín Ruiz, durante el partido frente al Juvenil de Ponteareas en el campo de Os Carrís. // Iñaki Osorio

Como si la única forma de parar al Barbadás haya sido meterlo en casa. Porque al obligado parón en la Preferente Galicia han llegado los ourensanos como un disparo, cinco victorias de un tirón, el mejor equipo de la competición, mejor incluso que el primer clasificado, un Ribadumia que se dejó un empate por el camino. Sorprendentemente, para encontrar el tercer mejor registro hay que bajar hasta la antepenúltima posición, la que ocupa un Gran Peña frenado en su última comparecencia en territorio ourensano, en Arnoia.

Unos números tan sobresalientes han colocado a los azulones un punto por detrás del cuarto, un Villalonga que comparte posición con el Céltiga. Desde que el 26 de enero cayeron ante el Villalonga, 1-2 en el campo de Os Carrís, el equipo que dirige Agustín Ruiz ha ido derrotando sucesivamente a Velle, 2-4; Porriño Industrial, 2-0; Beluso, 1-4; Atlético Arnoia, 3-1; y Juventud Cambados, 1-4. El pasado domingo debían haber recibido al Mondariz, el que viene visitar Areas.

"Suena bien eso de ganar cinco partidos seguidos, pero es que el equipo estaba bien, independientemente de todos los problemas que ha tenido a lo largo del año. Desde poco antes de visitar al Pontevedra estaba compitiendo bien, sobre todo desde que los jugadores se dieron cuenta cómo tenían que jugar. Hasta entonces, entrenábamos de una manera pero jugábamos luego de otra, hacían cosas que yo no había pedido", subraya Agustín Ruiz, enfrascado a media tarde en limpiar unas persianas. "Esto nos ha descolocado a todos, estoy ordenando cosas que ni sabía que tenía. Es que si no te vuelves loco, como todos", detalla.

La pregunta es si el acelerón llega tarde. "Quedan muchos puntos, aunque es verdad que no es lo mismo estar a cinco puntos del segundo que a ocho (al Atios le dieron los puntos la semana pasada de la victoria en noviembre contra el Arnoia). Ahora está muy difícil, otra cosa es que no vayamos a intentarlo".

"Esta temporada nos ha pasado de todo y esto último ha sido ya el cúlmen. Pero es que las expectativas del principio no eran reales, muchos jugadores ni estaban en su mejor condición física ni tampoco en su mejor momento. Eran buenos, pero llevaban tiempo sin competir. Hemos estado sin campo, hemos tenido lesiones, enfermedades, gente que se puso a trabajar... Cuando se dieron cuenta de lo que queríamos todo fue mejor, todos los futbolistas han tenido minutos", remarca el entrenador del conjunto ourensano.

"Muy por encima"

"Creo que hemos encontrado la forma de jugar que nos lleva a ganar. Me gustaría que tuviésemos más el balón y hacer más cosas, pero como entrenador me tengo que adaptar a lo que tengo y sacarle el máximo rendimiento al equipo. Al final, si no cumples esas premisas, los jugadores se frustran y el entrenador no crece", observa el vizcaíno, que lamenta especialmente este parón "porque en los segundos tiempos estábamos siendo mejores que todos los demás, si acaso excepto el Atios, estábamos muy por encima del resto".

Tarde o temprano se reanudará la competición, otra cosa es si es con aficionados o a puerta cerrada. "El dinero lo mueve todo, está por encima de cualquier otra cosa. Si el seguidor de un equipo no puede acceder al campo, el fútbol no tiene mucho sentido. Incluso en la tele lo ves raro, el primer día te llama la atención el sonido del balón cuando es golpeado, pero después ya no tiene gracia ninguna. Esto ha tomado tal calado que han dicho 'hay que parar, que hay muchas vidas en juego'", finaliza Ruiz, al que el Coronavirus ha dejado también sin la final de la Copa del Rey entre la Real y su Athletic de Bilbao.

Compartir el artículo

stats