El fútbol ourensano se ve afectado por la crisis sanitaria del coronavirus, a tenor de las medidas preventivas decretadas por el Gobierno de España y concretadas ayer por la Real Federación Española de Fútbol en una batería de preceptos que conlleva la "suspensión de todas las competiciones estatales no profesionales masculinas y femeninas de fútbol y fútbol sala durante las próximas dos semanas". Una decisión que, en el caso ouresano, afecta a los cuatro equipos que militan en Tercera División (UD Ourense, CD O Barco, Ourense CF y CD Arenteiro). En la misma situación se encuentran los equipos de fútbol sala de Primera División femenina (Ourense Envialia y Cidade das Burgas) y los de Segunda División B masculina (Sala Ourense y Tres Cuñados). Ante una situación "claramente extraordinaria" la Real Federación Galega de Fútbol también se sumó a la decisión con la suspensión de todas las competiciones de ámbito autonómico de fútbol, fútbol sala y fútbol gaélico.

Derbi ourensano

Por tanto, queda suspendido el derbi ourensano que tenía previsto enfrentar este sábado a la UD Ourense y al Barco en el estadio de O Couto. En un primer momento, el pasado martes, el Consejo Superior de Deportes había determinado que "todas las competiciones y eventos deportivos, profesionales y no profesionales, de ámbito estatal e internacional, se deben celebrar a puerta cerrada". Dicha resolución no era estimada, a primera hora de la mañana de ayer, como la más "adecuada" por parte de la directiva, cuerpo técnico y aficionados de la UD Ourense. Todos ellos abogaban por "suspender" el encuentro con el fin de "evitar riesgos a cualquier parte implicada" y en base al principio de que "el fútbol sin aficionados pierde todo su sentido". Finalmente, la Real Federación Española de Fútbol se ha decantado por esta misma postura.

El presidente de la UD Ourense, Ramón Dacosta, se mostraba desde el primer momento "partidario" de suspender el encuentro. "Es preferible paralizar la Liga durante 15 días con el fin de estabilizar la situación y evitar cualquier tipo de riesgo para todas las partes implicadas, no solo para la afición sino también para los jugadores, cuerpo técnico y demás personal", señalaba. Un punto éste en el que también se mostraba de acuerdo Ángel Muñoz, miembro de la peña ourensanista A Caña, que recordaba que "el contagio puede darse también entre los propios jugadores, dado que se trata de un deporte de contacto en el que los futbolistas sudan".

Por su parte, el técnico rojillo, Fernando Currás, coincidía en señalar como "ideal" su aplazamiento, siguiendo la máxima "del bien mayor" , más allá de un par de partidos de fútbol, pero también porque "evidentemente" tanto él como sus jugadores "votarían siempre a favor de poder disputar los encuentros con gente". En este sentido, Curras se reiteraba en que "el fútbol es de los aficionados y sin ellos no existiría" y entendía que "así queda siempre probado".