Poio y Ourense Envialia decidieron dejar para la vuelta la resolución de su eliminatoria. No hubo goles en la ida de la semifinal, en la que el susto lo dio la guardameta pontevedresa Silvia, que en unasalida a media pista para taponar a Sara Moreno se llevó un fuerte golpe en la cabeza que la obligó a dejar el campo en camilla.

En un partido cerrado, las ourensanas tuvieron el control y se acercaron más al gol, pero sin pegada.

Espera Burela

No por esperada resultó menos llamativa la victoria del Burela en la ida de la otra semifinal, en A Coruña frente al Amarelle, equipo de la Segunda división. 1-10 ganaron las vigentes campeonas de la competición, que casualidad o simplemente porque se apiadaron de su animoso rival, encajaron el tanto herculino cuando ya habían hecho ellas una decena de goles y todavía faltaban seis minutos.