La UD Ourense se estampó con los postes en el campo de Espiñero y terminó firmando el resultado habitual de los últimos tiempos, un empate después de un partido jugado con mucho ardor en el que llegar a puerta con posibilidades de hacer gol resultó casi un triunfo.

Pronto se adelantaron los locales, a los dieciséis minutos de juego, Fajardo, entrando solísimo desde atrás, empaló en el punto de penalti un balón puesto desde el lateral derecho. Tampoco se retrasó la igualada, el bautismo goleador de Hugo García esta temporada. En el 34, el derechazo con el que pegó un libre directo superó la barrera y entró lejos del portero, que amagó con tirarse pero se quedó en eso.

Sanín ha perdido el puesto en el lateral derecho, ahora propiedad de Rubén Arce. Sin cambios en el resto de la defensa, Germán ocupó respecto al derbi la plaza que dejó vacante Viti por sanción, manteniéndose Champi y Tiago. Como el planteamiento en Carballiño fue un 4-3-3, Isi y Marquitos ocuparon las bandas y Hugo García supuso la novedad entrando en el centro del ataque. Luego, con el paso de los minutos, apareció en el campo todo el torrente ofensivo, Pedrosa y Iago Blanco, pero ya no hubo manera de deshacer el empate.

Después de limitar los daños con el empate en la primera parte, en la que los carballiñeses reclamaron penaltis por un agarrón de Corzo sobre Wadir y una posterior mano del central después de un centro de Javi Pazos, la UD Ourense tuvo el partido en la segunda mitad, en la que los postes, por dos veces, le negaron un triunfo, un triunfo que no hay manera de conseguir cuando se juega un derbi.

Cercana la hora de juego, Hugo tuvo en las botas la posibilidad de firmar un doblete. Se vio ante el portero y ajustó tanto el lanzamiento que pegó en el palo. Después, a falta de diez minutos, un error de Ross, que podía sacar la pelota en largo o a un costado pero prefirió hacerlo hacia el medio para Emilio, acabó con Iago Blanco buscando el gol desde 25, 30 metros de la portería. Se quedó en el intento, el larguero escupió el balón. Sin tiempo para respirar el que lo intentó fue Pedrosa, pero la pelota se perdió fuera por bastante poco.

Ahí murieron las opciones de los rojillos, que no encuentran la manera de salir de esta cascada de empates, tercero consecutivo a domicilio, todos 1-1, su resultado fetiche.

Esta vez no ayudaron otros resultados, Arzúa y Choco ganaron y ponen tierra de por medio, cuatro puntos. Urge ganar, para poder seguir haciendo la goma.