El derbi de Espiñedo puede ser uno de los últimos, si no el último, que se dispute sobre un campo de hierba natural. Porque el concello de Carballiño está elaborando un proyecto para convertir el césped en artificial. Todo para mejorar un terreno de juego que presenta un aspecto aterrador. El gasto en mantenimiento, cifrado entre treinta mil y cuarenta mil euros al año, y pese a que apenas se juegan dos partidos al mes, no ha conseguido hacer del de Espiñedo un terreno de juego en condiciones.
Una vez consultados diferentes especialistas, el área de deportes del concello de Carballiño considera que la mejor solución es cambiar el césped natural por artificial de última generación, que permitiría utilizar el terreno de juego prácticamente todos los días.
El coste no sería pequeño, por lo que la financiación se haría por un sistema de renting o leasing, a pgar en un periodo de seis años.
Carballiño se sumaría así a muchos campos de la comunidad autónoma, que han apostado por la hierba sintética en detrimento del césped natural de toda la vida.