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rugby

Ocho meses no son nada... O sí

El domingo acabará para el Campus una espera que le hizo ser un peregrino más

El terreno de juego del campus, preparado ayer para acoger por fin rugby, el domingo. // Iñaki Osorio

Día grande el domingo en el campus, banda de música preparada, el equipo de rugby disputará el primer partido en casa de verdad, frente al Gaztedi. Desde el verano llevan esperando los de David Monreal, atrás queda un exilio forzoso en A Coruña, tres, y en Vigo, cinco. Este miércoles recibió el club la homologación, todo está ok. Por fin.

"La verdad es que cuando esta mañana (por ayer) he recibido el email he respirado", detalla el entrenador, que no esconde que llegó a desesperarse. "Lo he pasado bastante mal, sobre todo por los jugadores, que no han dejado de esforzarse. Llega un punto en el que no sabes qué decirles, la semana que viene, dentro de dos, no quieres crearles falsas expectativas. Está claro que es una situación que genera malestar, a veces sientes como que les estás engañando. No dependía de mí, pero digamos que era el portavoz de estas malas noticias. Al final, no es un tema deportivo pero termina afectando en ello, que nadie olvide que somos un equipo amateur".

La hierba y el caucho eran el problema, no se hizo mantenimiento y las mediciones no fueron correctas. Es por ello que la homologación fue denegada a finales del mes de julio. La competición arrancó y los ourensanos no podían disponer de su campo, con lo que comenzaron un periplo por A Coruña, primero, y Vigo después que se ha prolongado casi ocho meses.

"La World Rugby es la encargada de dar el ok, es como la Fifa en el fútbol. Después tiene que darlo la Federación española. Los test dependen de una empresa privada, que tiene un convenio con el organismo mundial del rugby. Las pruebas las ha hecho una empresa que ha venido desde Toledo", detalla Monreal, que recalca que "no se podían hacer los test en el campo cuando llovía".

El martes -lo volverán a hacer jueves y viernes- pisaron los jugadores el nuevo césped. Lo hicieron levitando, no fuera a ser... "Me decían los jugadores que se notaba que estaba más blando, que no lo pisase nadie más... El problema es que ahí no entrenamos sólo los del rugby, está el fútbol, el atletismo...".

Seis partidos restan de competición. Terceros son los ourensanos en la división de honor B, la equivalente a la LEB Oro en baloncesto o a la Segunda división en el fútbol, lejos de los dos primeros y por tanto de poder entrar en la fase final en la que se dirimirán los ascensos. "Hombre, te da rabia porque no dejas de pensar qué habría pasado si hubiésemos jugado en casa los ocho partidos como locales que hemos jugado fuera. Pero bueno, no dejan de ser las cuentas de la lechera", relata.

En todo caso, la permanencia era el objetivo de partida, conseguido con creces con mucho tiempo de antelación. "Este grupo es mucho más competitivo que los otros dos, aquí cualquiera puede ganarle a cualquiera", razona Monreal, que no esconde que el Campus no está preparado para asaltar la máxima categoría. "No, no tenemos la estructura necesaria, ni deportiva ni económicamente".

¿Qué saca en limpio, si es que saca algo, de toda esta espera? "Que este grupo de jugadores se lo merece todo, su esfuerzo es digno de admirar", finaliza.

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