Pidiendo la hora acabó el Ourense CF ante el Polvorín, después de un partido cómodamente dominado en el primer tiempo -2-0 en el descanso- que empezó a torcerse nada más volver de vestuarios con la expulsión de Cassio. A partir de ahí se inclinó el juego hacia la puerta de Parra, determinante en dos cabezazos de Morais. Los cambios en el intermedio de Durán, entrenador lucense, hicieron de los suyos un equipo mucho más dominador y vertical. La entrada posterior de Chiqui, un futbolista que ya ha debutado con el primer equipo rojiblanco, terminó por arrinconar a los ourensanos, que respiraron cuando Alex Rey mandó por encima del travesaño la última de los visitantes cuando se jugaba el minuto 92. Poco antes, el guardameta madrileño del Ourense CF desvió con la mirada un pelotazo de Chiqui que acabó estrellándose en la cruceta.

Sin Portela,Juanma formó pareja con Barcia. En una primera parte de color ourensano, Adri Castro abrió la lata a los 22 minutos al controlar un balón despejado, aprovechar la pelea de Lamelas y cruzar.

Sin noticias del Polvorín, pasada por poco la media hora, Martín Lamelas cabeceó casi bajo palos un balón que Pibe había puesto desde la esquina. El 2-0.

Nada más arrancar el segundo tiempo, un resbalón acabó con Cassio llevándose por delante a un contrario. Falta involuntaria pero falta, castigada con amarilla, la segunda. Empezaba un partido nuevo.

Intentaron los de Fran Justo seguir como si nada, como si nada hubiese cambiado. Pero había cambiado. Faltaban piernas para detener tanto ataque lucense. Morais tuvo el gol en dos remates de cabeza calcados, pero la tiró al muñeco.

Lo encontró por fin con más de veinte minutos por delante. El Ourense ya no atacaba, bastante tenía con defender. Tres puntos más, el play off está cada vez más cerca.