El COB se despeñó en Lugo, desde que el primer ataque lucense acabase con un triple de Ahonen. Llegaron tarde al partido los ourensanos, tanto que lo iniciaron 10-0. A tirones, sin triples, sobre todo a base de tiros libres se acercaron los ourensanos hasta un 10-2, todo lo que le permitieron los locales. La entrada en escena de Gabrilovic, con dos cestas de tres, alargaron el marcador hasta un 18-12.

Todo fue a peor con el paso de los minutos. En un segundo cuarto marcado por el acierto desde más allá de la línea de 6.75 -cinco cada equipo-, la primera canasta, de Serrano, fue un espejismo. Un triple de Quintela y un 2+1 posterior volvieron a separar en diez puntos a unos y otros.

Epifanio consiguió que su equipo se cerrase en defensa en torno a Balaban, la principal amenaza ourensana, al que anularon. También por la tozudez del COB, empeñado en meter balones donde había muchas manos. Sólo el triple mantuvo a los de Gonzalo García, que no anotaron ninguno en el primero pero se rehicieron en el segundo lo suficiente para marchar al descanso con el partido abierto, 41-31, con Gabrilovic haciendo daño, 12 puntos y 5 rebotes.

El tercer periodo decidió la victoria lucense, con diferencias que ya empezaron a rondar la veintena de puntos. El apagón en ataque de los ourensanos fue difícilmente entendible, apenas tres puntos, un triple de Alvarado, en los siete primeros minutos. En nueve se quedaron los visitantes, cuatro de ellos desde el tiro libre. Balaban seguía maniatado y las canastas en contra llovían, de manera que el cuarto se cerró con un mate de Fall y un resultado prohibitivo ya, 61-40.

El periodo final fue un tormento, con los ourensanos como invitados involuntarios en la fiesta lucense, con triples, hasta dieciséis, mates y virguerías para mayor placer de los aficionados. Así las cosas, las diferencias no dejaron de crecer, hasta acercarse peligrosamente a los treinta puntos, 74-46 -el COB apenas anotó veinte en toda la segunda parte-, 85-52 al final.

Mala despedida de un muy buen año, sin argumentos en Lugo para tocarle apenas una pestaña a un Breogán que dejó claro que está muchos cuerpos por encima. La serie de partidos con m de mayúscula, Melilla, Palma y Breogán, no ha ido nada bien, todo derrotas, ésta última incontestable.

Con todo, el COB cierra el 2019 con más victorias que derrotas gracias al colchoncito que se ha sabido granjear. El Coruña ya asoma por la puerta, el próximo viernes.