Se hizo de rogar, como tantas veces la bola del gordo del sorteo de navidad. Pero aquí está el derbi, Ourense Envialia-Cidade de As Burgas, mañana desde las cinco en el pabellón de Os Remedios. Terceras las blanquinegras, penúltimas las verdiblancas, una barbaridad de puntos las separan, 28.
"No estoy de acuerdo con que sea un derbi muy desigual, lo es si nos quedamos sólo con la clasificación, pero estos partidos tienen más cosas. Lo primero, el partido se va a jugar en la cancha de los dos equipos, con lo que se igualan las fuerzas. Y luego está que unánimemente se nos da por favoritos, se nos exige ganar, así que tenemos más que perder. Pero es que el Burgas está compitiendo bien, no está ganando pero sus derrotas son mínimas, poco a poco le va cogiendo el aire a la categoría", subraya Gonzalo Iglesias, el entrenador local, pendiente de la recuperación de Laura Uña. Buenas noticias, vuelve Sara Santos después de tres partidos de sanción y también Carol.
"Nos conviene un partido con mucho ritmo, como en la Copa (Galicia, 6-1 para el Envialia). Estamos bien, esta temporada estamos siendo más eficaces ante la puerta contraria, no necesitamos hacer tanto para marcar gol", añade Iglesias, enfrascado en la tarea de 'scouting' del Burgas.
Ha sido ésta una semana atípica para el Envialia, ganar en la Copa y repetir ante el Esplugues trajo como premio la supresión del entrenamiento del martes, con lo que futbolistas y cuerpo técnico pudieron seguir en directo el España-Japón en Marín, con Chiky sobre la cancha. "La verdad es que no he tenido mucho tiempo para pensar en el Burgas", confiesa Iglesias, que no considera que una victoria vaya a suponer una palada más de tierra sobre las de Codeso. "Nada de eso, aquí cada uno saca sus resultados. Al final es un partido más, en el que tiene que imperar la educación y el respeto y en el que tiene que ganar el que más méritos haga". Se felicita en este sentido que el derbi no venga tan cargado emocionalmente como temporadas atrás. "Yo, que soy seguidor del Celta, miro con mucha envidia cómo afrontan estos partidos los equipos vascos, como se mezclan los aficionados en la grada. El otro día vi una foto de los cuatro entrenadores de los equipos de Primera comiendo juntos en un reservado. Así tiene que ser, por mucho que el corazón aparezca en estos partidos".
La acera verdiblanca
En la otra acera, que nadie piense que el Burgas llega entregado. Sí si nos atenemos a las bajas, no si nos quedamos con las reflexiones del entrenador. "Si soy sincero, digo que no cambio nuestra situación por la de ellas, debemos ser conscientes de lo que somos, hace dos años andábamos igual, descendimos y no pasó nada. No estamos abajo porque no le estemos echando lo que hay que echarle", remarca Manolo Codeso, que recupera respecto a la salida a Majadahonda a Nati y a María Valle pero sigue sin poder contar con Canolich e Iria, a las que suma a Aroa. Dos del filial, la guardameta Andrea y Eva, entran en la convocatoria.
"Yo querría ver a muchos entrenadores en nuestra situación, seguro que ya estaban fuera. Hemos podido fichar para reforzar el equipo, recursos había, pero decidimos no hacerlo porque nuestra apuesta es ésta", relata Codeso.
Ya centrado en el derbi, el entrenador del Cidade de As Burgas espera "un partido complicado. Pero sé que nos tienen respeto, y bastante. No tenemos nada que perder, qué mejor rival para salir de esta racha sin victorias, tenemos muchas ganas de dedicarle un triunfo a nuestros aficionados y qué mejor momento que éste. La intención es llegar con opciones a los últimos minutos, estamos preparados para hacerlas daño", adelanta.
Mejor no mirar la clasificación, ¿no? "Necesitamos puntuar en cualquier lado. Ahora, firmaba llegar al final como estamos ahora, dependiendo de nosotros. La salvación está a seis puntos, da igual si sumamos de cuatro a diez o si lo hacemos de 20 a 26", finaliza.
