De Madrid a Barcelona. De recibir en la gala anual del arbitraje la escarapela Fifa que la permitirá ser árbitra internacional el año que viene -lo es desde éste- a dirigir este domingo a mediodía el partido entre Barcelona y Betis de la Primera división femenina, competición en la que cumle la tercera temporada.

- ¿Qué supone?

- Sobre todo confirmar que el trabajo está siendo efectivo, un impulso para seguir en este mundo con más ganas todavía. Es una forma de continuar adquiriendo experiencias, de viajar, de formar equipos arbitrales con culturas totalmente diferentes, de muchas cosas.

- Porque el camino hasta aquí ha sido largo...

- Sí, empecé hace quince años, primero como asistenta en campos autonómicos, después en el fútbol base. Recuerdo, recuerdo mi primer partido como árbitra principal, el 8 de abril de 2006, un Antela-Ponte Ourense. Fue muy especial, mi familia es de Xinzo y vinieron todos a verme.

- Han pasado trece años, ¿se imaginaba llegar a dónde ha llegado?

- Ni se me pasaba por la cabeza, yo veía la élite como otro mundo, un mundo que ni me imaginaba. Yo me tomaba el arbitraje como un hobby, para pasarlo bien, aunque día tras día me esforzaba para hacerlo mejor, para superarme. Pero no, tomarte esto de forma profesional no me lo planteaba.

- ¿Es árbitra porque es lo que quería o porque vio que jugando no iba a llegar tan lejos?

- Me dediqué al arbitraje porque me gustaba mucho jugar al fútbol, lo hice en las categorías base del Barbadás y llegué al equipo sénior. Ya entonces lo compatilizaba con el arbitraje. Lo que pasa es que desapareció. Me centré en arbitrar y en disfrutar desde ahí del fútbol.

- Habrá cambiado la forma de comportarse de los aficionados con los árbitros...

- La gente va poco a poco tomando conciencia, somos la única profesión a la que se la juzga por un error, nunca por un acierto. Pero sí, poco a poco va cambiando, antes decías 'soy árbitra de fútbol' y te soltaban, 'tú estás loca'. Ahora ya no es así.

- Sigue habiendo insultos, claro, porque en el fútbol ya se sabe, a algunos una entrada les da derecho a cualquier cosa...

- Los sigue habiendo, pero yo no percibo que sean exclusivamente para una mujer árbitra. Quiero decir que a un árbitro chico le llaman payaso y a nosotras payasa. Pero en el campo escuchas lo mínimo que viene desde fuera, te centras en hacer bien tu trabajo.

- ¿De verdad que los árbitros no tienen equipo o al menos simpatizan más con unos que con otros?

- Te puedes decantar más por uno que por otro por ejemplo por su forma de jugar. A mí, como gallega, me puede gustar más que gane un equipo de nuestra comunidad que otro, pero a la hora de arbitrar todo esto lo dejas de lado. Lo más importante es entender el fútbol, si no lo entiendes es imposible que te dediques a esto.

- ¿Recuerda algún partido que le haya salido redondo?

- Un partido redondo es imposible, porque somos muy autocríticos.Lo valoras todo, el lenguaje corporal, que podías haber evitado una tarjeta, todo.

- ¿Y alguno de decir, 'Zulema, acuéstate que no es tu día'?

- Alguno ha habido, de esos que dices 'tengo que resetear desde ya'.

- ¿Por qué hay tanta cerrazón en el mundo arbitral?

- Porque no ganaríamos nada, la gente te remite siempre a los errores, nadie pregunta por los quince aciertos que has podido tener. Somos los primeros fastidiados cuando fallamos, examinamos los partidos desde el primer minuto.