Las lesiones continúan ensañándose con la portería de Celta. Si hace unos días un esguince de rodilla dejaba fuera de juego a Rubén Blanco por tres semanas, el equipo celeste se desayunó ayer con la mala noticia de que Óscar García Junyent no va a poder contar con Iván Villar durante algún tiempo. Tras practicar al jugador una resonancia magnética, los servicios médicos del club vigués han informado de que el guardameta cangués se ha fracturado el menisco externo de su pierna izquierda y tendrá que pasar por el quirófano para que se le practique una artroscopia.

El Celta no ha concretado el periodo de baja que va a causar el jugador, que en este tipo de lesiones suele ser de entre dos y tres meses. Los médicos no lo podrán establecer con seguridad hasta que el guardameta pase por las mesa de operaciones.

Sergio Álvarez se queda como único portero disponible del primer equipo. La baja de Iván Villar se produce en un momento especialmente delicado para la portería del Celta por la reciente lesión de Rubén Blanco, que se añade a la sufrida hace algunas semanas por el guardameta internacional sub 19 del filial Álvaro Fernández, que lo va a mantener ausente de la competición prácticamente por lo que resta de temporada. El Celta B tenía de hecho estos días a prueba al portero francés Sebastien Ciboi, formado en la cantera del Paris Saint-Germain, como posible sustituto para el portero madrileño.

Una de las incógnitas para el próximo partido del Valladolid es si el Óscar García Junyent volverá a convocar, como ante el Villarreal, al portero del equipo juvenil Iago Domínguez o echará mano de Fran Vieites, titular con el Celta B desde la lesión de Álvaro Fernández y que está teniendo un gran rendimento en las útimas semanas.