Tres puntos que saben a gloria como punto y final de una semana complicada. Lo que empezó siendo el lunes una convocatoria a reunirse entre directivos, cuerpo técnico y jugadores, publicitada desde el club a través de las redes sociales, acabó en el verde, donde se resuelven las contiendas. Ganó la UD Ourense, que poco a poco va ganando solidez en casa. Cuando la coja fuera empezará a ser un equipo con mejores aspiraciones.

Mucha mano de entrenador, muchos movimientos de piezas. La baja de Vieytes desplazó al centro a Josu y a la banda derecha a Gabi. Apenas tres minutos jugados y ya mandaban los locales. Cosas del fútbol, el gol viene de un mal control de Iago Blanco, al que se le va la pelota hacia atrás. Pero como nadie la buscó le dio tiempo a recogerla, avanzar, prepararse y pegar dsde la frontal. Dos minutos después fue Hugo el que tuvo cerca el gol, pero disparó flojito y atrapó cómodamente el guardameta.

Con el paso de los minutos fueron ganado metros los coruñeses, que igualaron con una falta que pateó Luis Nuño y rechazó como pudo Ángel Díez. Nadie acudió a auxiliarle y Juanito remachó.

Tiago va ganando peso en el equipo. Le costó varias convocatorias entrar, amén de una sanción que le dejó fuera otro partido. Suelta antes la bola, la conduce menos, y poco a poco va apareciendo en el área rival. Lo hizo a la media hora, con un regate en medio palmo que sentó a un defensa y un centro que se paseó por la línea. Porfió y porfió y en el minuto 36 aprovechó un mal despeje del portero para colocar la pelota lejos de su alcance.

De ahí al descanso todo iba plácido hasta que una pelota traicionera colocó a Corzo ante una difícil tesitura, presionadísimo por Luis Nuño. El ourensano cayó, reclamó falta que no fue concedida, y el coruñés fusiló a Díez, que sacó con el cuerpo el empate.

Miedo en el cuerpo, capítulo II. Nueve minutos de la reanudación y es de nuevo Nuño el que busca el gol, sólo que la pelota se le va a un palmo del poste.

Currás vuelve a meter mano, entra Rubén Arce por Champi, con lo que Carlos pasa a la banda izquierda. Apenas un minuto sobre el campo y declaración de intenciones de lo que es un buen futbolista, toco y me ofrezco, recibo y doy, en este caso para Carlos, que estrelló el disparo contra un defensor.

Pasada la hora de juego volvía a igualar el Somozas, en una jugada que retrató a los defensores ourensanos. Porque Diego Uzal tuvo todo el tiempo del mundo para controlar, girarse y preparar el lanzamiento contra Díez. Gol, claro, 2-2.

Tercera vuelta de tuerca, entran Marquitos y Viti, salen Gabi Sanín y Tiago, con lo que Arce pasa al lateral derecho y Viti se coloca en el medio centro. Sólo un minuto más tarde llega una falta lateral y un derribo, protestadísimo por los visitantes de Corzo en el punto de penalti. El árbitro pita y Rubén Durán emboca mandando al portero al otro palo. 3-2, pero todavía mucho partido por delante.

Necesitaba marcar el Somozas pero el que tuvo el cuarto, y el quinto y hasta el sexto, fue la UD Ourense, primero Hugo, después Arce y sobre todo Iago Blanco, que mandó arriba bajo palos lo que era la sentencia ya en los minutos de prolongación.

Quedaba un último sofoco, allá por el 94, una falta en la frontal sobre el revoltoso Luis Nuño. No pasó la barrera y el estadio respiró. El verde habló y la UDO gano.

No sale tan mal el enfermo de la primera crisis gorda de la temporada, sólo un punto por detrás del séptimo. Los cinco primeros han abierto brecha pero a partir de ahí las diferencias son mínimas, hasta diez equipos metidos en tres puntos.

Empiezan a pesar las piernas y las bajas hacen de las suyas. De los cuatro primeros sólo ganó el Barco, el colista sólo lleva una victoria menos que los rojillos. Repetirán en casa los ouresanos, ahora ante un Estradense al que no le está dando vértigo alguno el salto de categoría.