Casi tanto como el mal juego y la falta de goles y resultados, las lesiones han marcado el primer tercio de la temporada del Celta. Desde la pasada temporada, cuando Okay se presentó en la concentración de A Toxa con una lesión mucho más grave de lo que se sospechaba, el equipo celeste ha sufrido hasta 20 percances de diversa consideración. Algunos futbolistas, como el propio Rubén Blanco, Santi Mina o David Juncà han sufrido hasta dos lesiones diferentes, aunque la palma se la lleva Rafinha Alcántara, con tres lesiones de carácter leve que le han impedido jugar ya cuatro de los diez partidos en los que el brasileño podría haber sido alienado. Si no se produce ningún contratiempo, Santi Mina podría reaparecer este domingo en La Cerámica después de tres semanas ausente y perderse, gracias al parón de selecciones, un solo compromiso liguero; Kevin Vázquez también estará probablemente en condiciones de vestirse de corto después de tres semanas alejado de las canchas por una lesión muscular, mientras que Rafinha y David Juncà, con molestias en una rodilla y una talalgia, respectivamente son seria duda para el duelo de este domingo contra el conjunto que dirige Javier Calleja.

A la larga lista de lesiones desde la pretemporada hay que sumar las sufridas por Hugo Mallo, que se perdió los dos primeros partidos por culpa de una rotura fibrilar en el muslo; David Costas, a quien un desgarro muscular en el sóleo apartó dos semanas de la competición; Lucas Olaza, ausente en Mendizorroza por otro contratiempo en el sóleo; o Gabriel Fernández, que se perdió dos encuentros por un proceso gripal y un golpe en el tendón de Aquiles, respectivamente. Juan Hernández, mientras, tuvo que ser sometido en verano a una artroscopia y recibió el alta médica la pasada semana tras 14 meses en blanco y Claudio Beauvue, aunque no cuenta, acaba de pasar por el quirófano para operarse del menisco.