Calvario es poco el que está sufriendo el Molgas. Derrota tras derrota es el sino del club en la liga, la última en Xinzo, un sonoro 7-0. Hay brotes verdes, el entrenador, Daniel Luis, ve cercana la victoria. Sea como fuere, mantener la categoría ya no se contempla.
"Que vamos a descender lo tenemos claro, pero el objetivo es llegar hasta el final, que el club no se deshaga. Está claro que no tenemos equipo para competir en Primera, así que el año que viene volveremos a estar en Segunda". Palabras de José Gómez, el presidente.
Mucho ha cambiado el cuento en apenas unos meses. El Molgas ascendió con comodidad. Para qué tocar lo que funciona, se dijeron los directivos. Continuarían el entrenador y gran parte de los futbolistas. Hasta que se torció. "Podemos decir que ascendimos de calle, en julio tuvimos una reunión para planificar la nueva temporada. De repente, a principio de agosto, el entrenador (Augusto Parente) nos llama para decirnos que se va. No lo entendimos, se justificó en unos problemas personales. El problema es que poco después fueron los jugadores los que nos dijeron que no tenían intención de seguir. Y no estamos hablando de tres o cuatro, estamos hablando de dieciséis o diecisiete. Total, que nos vimos a principio de agosto con tres jugadores en la plantilla y sin entrenador. Pensamos en renunciar, pero nos suponía un año sin competir, además de una sanción económica. Recurrimos a equipos de la zona, que nos cedieron algunos jugadores. Y así empezamos", relata.
"Hasta el 20 de agosto no tuvimos entrenador (Daniel Luis). Y conseguimos reunir veintidós fichas. Todos los jugadores son muy jóvenes, de veintipocos años excepto Borrajo, que es bastante más mayor. Tienen clase, pero no están para jugar en esta categoría. Pueden llegar a ser buenos futbolistas, pero de momento no es suficiente. Lo mejor es que no se desaniman, hay que mimarlos", subraya.
Porque un resultado estándar del Molgas es un 6-0... "Lo llevamos mal, perder no le gusta a nadie. Pero lo llevamos con la cabeza alta, ya digo, el objetivo es que el club termine la temporada. Lo más fácil sería cerrar la puerta, pero nos negamos a hacerlo. Vamos a seguir luchando, vamos a sacar las fuerzas de donde sea", remarca.
Salvarse no se van a salvar, pero al menos empatar o ganar algún partido, ¿no? "Ojalá, porque la gente ve lo que estamos sufriendo. ¿Los aficionados? Nos apoyan, le dan muchos ánimos al equipo. El fútbol no es sólo ganar, valoran lo que estamos haciendo", finaliza.
Desde el banquillo
Daniel Luis es el que se atrevió con el toro. Atrás queda experiencia en la base y en el Manchica. "Vi que la gente era poca pero tenía ganas y no supe decir que no. Me dije, 'p'alante'. Era consciente de la realidad, pero no quería rendirme".
"Me duele sobre todo por la plantilla, son los que lo sufren dentro del campo, nosotros estamos fuera. Se puso en contra todo desde el principio, éramos pocos, no tuvimos pretemporada... Cuando das un paso te das cuenta que vas dos o tres por detrás de los demás. El partido contra el Verín fue como un punto de inflexión, nos ilusionamos, no esperábamos el varapalo contra el Antela", apunta Luis.
¿Pensó en marcharse? "No, soy una persona comprometida, no dejo a un equipo tirado. Mientras me quieran, voy a seguir. Tenemos mucho que agradecerle a la directiva, no ha habido un solo reproche. Desde hace un par de semanas, veo mejor al equipo, más pronto que tarde vamos a dar alguna sorpresa. Para nosotros cada semana empieza una liga nueva".
"Como me dice un amigo, 'si yo fuera patrocinador me anunciaría en el Molgas antes que en un equipo de mitad de tabla, vosotros salís mucho en los medios'", finaliza.
