Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Díez: "Si hubiese acabado 0-0 no se estaría hablando de mí"

"Está claro que el del domingo fue el mejor partido desde que estoy aquí, pero lo verdaderamente importante fue la victoria", subraya el guardameta de la UD Ourense

Ángel Díez, durante la otra victoria del curso de la UD Ourense, contra el Arosa, esa mucho más placentera para él. // Iñaki Osorio

La mejor versión de Ángel Díez, curiosamente la tarde en la que Pato regresó a Ourense. El guardameta cántabro de la UD Ourense saborea lo que fue un partido espectacular. "Está claro que fue el mejor partido desde que estoy aquí. ¿Si recuerdo alguno igual? No sabría decir, alguno que otro habrá, pero no sé ahora. Lo verdaderamente importante fue la victoria".

Repercusión, muchísima. Está Díez en todos los foros... "Se juntaron muchas cosas, el rival, que a final de temporada va a estar peleando por ascender, la afición que tenemos, que aprieta mucho. Y la suerte, si hubiese acabado 0-0 no se estaría hablando tanto de mí", dice.

Sólo hubo una pelota a la que no llegó, aquella que pegó en el larguero. Si entra no estaríamos ahora hablando de todo esto... "Seguro, se diría que el portero del Ourense hizo un buen partido pero no sería lo mismo. Pero no se está hablando de la que sacó Alfredo debajo del palo" en la segunda parte, "esa jugada fue clave. Y lo que te da este campo, no es lo mismo jugar ante quinientos aficionados que ante más de dos mil como había el domingo. Ya digo, se juntó todo, que jugábamos en casa, que el rival venía en racha, que llevábamos varios partidos sin ganar, adelantarnos contra el Arenteiro y el Alondras pero terminar empatando... Todo salió de cara esta vez, ya era hora", relata Díez.

Imbatible

¿Llegó a pensar que el domingo no le hacían gol ni a la de tres? "Eso lo piensas al inicio de cada partido, luego cada uno es diferente. En éste ves que empiezas bien y ganas en confianza, una parada te lleva a otra, vas creciendo con el paso de los minutos", relata.

Esa de Álvaro Casas en el noventa y tantos... "Pareció que entraba, la toco con los dedos y con la rosca no sabía donde había ido la peolota. La verdad es que dispararon mucho a puerta, el Compostela es un equipo que tiene mucho el balón, que te ataca con mucha superioridad y al final te acaba embotellando".

Egoístamente, el del domingo es el escenario perfecto para un portero, ¿no? "Al final, cuantas más veces te tiran es más fácil, porque te obliga a estar metido constantemente. Es peor cuando te llegan solamente una o dos", subraya.

Con el paso de los minutos, con cada vez menos fuerzas y el Compostela dale que te pego, ¿llegó a pensar que alguna acabaría entrando? "Lo que piensas es que van varios partidos en los que has marcado primero pero que por unas cosas u otras no has terminado ganando. Pero por otro lado veía al equipo muy metido en lo que se estaba jugando, no bajamos el pistón en ningún momento. Sufrimos, pero es que el Compostela es muy buen equipo. La gente nos ayudó muchísimo, al ser un resultado tan corto se comportó fantásticamente, hizo que nos sientiésemos con un jugador más".

Aquellos empates

El partido soñado entonces... "A todo el mundo le gusta sentirse importante, pero de verdad que lo cambiaba por haber ganado el que se nos escapó en el campo del Pontellas, el anterior en casa contra el Arenteiro y el último en Cangas. Son seis puntos que nos hemos dejado por el camino. Supimos jugar las cartas que teníamos, supimos cazar una contra para ganar el partido. También tuvimos ocasiones nosotros, la que le sacó Pato a Isi u otra que tuvo Iago (Blanco) poco después del gol. Lo importante es que esta victoria nos sirva para lo que viene por delante, que nos dé el puntito de confianza preciso para saber cerrar los partidos", finaliza Ángel Díez.

Compartir el artículo

stats