Ocho mil fueron los inscritos, si bien bastantes más se juntaron en la línea de salida de la Alameda, punto de partida y llegada, para tomar parte en la edición número 35 del día da Bici. El recorrido fue el tradicional, Marcelo Macías, Avenida de Portugal, Ervedelo, Progreso, Pardo de Cela, Ponte do Milenio, Xesús Pousa, Gómez Franqueira, Río Arnoia, Avenida de Santiago, Avenida das Caldas, Vicente Risco, Ponte Nova, Curros Enríquez, Sáenz Díez, Don Bosco y Progreso.

Respeto al y visibilización del ciclista, esos son los parámetros perseguidos por los organizadores, en una cita ininiterrumpida desde el año 1984.

Porque en sus inicios, el Día da Bici pretendía fomentar el uso de la bicicleta sin más. El siguiente paso fue consolidarla como una fiesta familiar, dirigiéndola principalmente hacia la participación mayoritaria de los más pequeños de la casa. Posteriormente vino el buscar la concienciación hacia el respeto a las personas usuarias de la bicicleta, y con el paso de las ediciones ha derivado en cumplir una función reivindicativa, además de continuar con todas las anteriores funciones.

Familias enteras tomaron las calles de Ourense, que este domingo entendieron única y exclusivamente de bicicletas, confirmando un año más que el Día da bici supone una de las manifestaciones deportivas populares más importantes de la temporada.