La fatalidad esperaba a Diego García a la vuelta de la esquina, en Lugo, el domingo pasado, donde se rompió el tendón de Aquiles. Muchos meses por delante fuera del fútbol le esperan al guardameta menos goleado de la liga el curso pasado. No hace ni medio año, el portero del Ourense CF copaba los medios por encadenar una barbaridad de partidos sin recibir un gol, ahora lo es por ponerle cara a una desgracia. Se pierde el derbi, claro, pero no descarta llegar a tiempo al tramo decisivo de la temporada.

"Es la otra cara del fútbol, tal cual. Es así,hace unos meses era noticia por una cosa y ahora lo soy por otra bien distinta. Ya digo, es el fútbol", relata Diego García, que espera pacientemente pasar por el quirófano, esta misma tarde, a las seis.

"Recuerdo perfectamente la jugada, fue un balón lanzado desde medio campo que sobrepasó nuestra defensa. Yo iba a salir a por el balón, como he hecho diez mil veces, sólo que en cuanto puse la punta del pie para arrancar me quedé clavado, escuché como si me reventase algo. No pude apoyarlo ya, a pata coja me quité de la portería y me tiré al suelo", detalla el portero blanquinegro, que hace una década, durante su etapa como cadete en la división de honor con el Pabellón, se rompió el peroné, lesión que le tuvo cinco meses de baja.

Como si te disparasen

"No, no sentí mucho dolor, fue más el susto, sabía que algo malo me había hecho, es lo primero que te viene a la cabeza. Es difícil de describir, es como si te disparasen, me dije 'o me he destrozado el gemelo o es el aquiles'. A partir de ahí, lo primero que intenté fue animar a los compañeros, aunque está claro que tenía la cabeza en otro sitio", recuerda.

La misma lesión la sufrieron jugadores de baloncesto como Llull o Ricky Rubio. Lo primero que dijo el balear nada más ser operado es que le quedaba un día menos para volver a jugar. "Es una buena forma de pensar, está claro. Lo de Llull no lo sabía, lo de Ricky sí. Y míralos, ahora los dos son campeones del mundo", subraya.

El primer pensamiento

Doler duele cualquier lesión, aunque apenas te tenga una semana de baja, pero ésta, ahora que el equipo va como un disparo... "Eso fue lo primero que pensé, con la buena pinta que tiene esta temporada... No, que jugábamos el derbi una semana después no me di cuenta. Pero es lo que hay, es el fútbol, a cosas como éstas nos arriesgamos cuando salimos a jugar a un campo", reflexiona García.

Por sacar algo bueno, Diego García no va a recibir más goles de aquí al final. O sí, porque el guardameta del Ourense CF rechaza de pleno que la temporada se haya acabado para él. "Que nadie me dé por muerto, igual llego para el mejor momento, cuando se deciden las cosas. Sé que me voy a recuperar y voy a volver a ser el portero que era antes de la lesión, aunque tengo claro a la vez que lo más importante es curarla bien, por encima de cualquier otra consideración", finaliza García, que al menos afronta la operación "sin dolores, la verdad es que lo estoy llevando bastante bien".