El anexo del pabellón de Os Remedios supuso el arranque, ayer, del Cidade de As Burgas, en el que es el regreso del conjunto ourensano a la máxima categoría del fútbol sala femenino nacional.

Allí, junto al cuerpo técnico encabezado una temporada más por Manolo Codeso, comenzaron las primeras patadas de las trece jugadoras blanquiverdes, además de las cuatro que entrenarán con el primer equipo pero jugarán con el filial, una plantilla caracterizada un curso más por la extrema juventud de las futbolistas. Una sola cara nueva, que en realidad no es nueva, Lucía Nespereira, para pelear la permanencia en una competición cuyo campeonato rozó con los dedos hace unos años pero que se encarece cada año que pasa.

El primer derbi

Por delante, de nuevo los derbis, siempre calientes, contra el Envialia, el primero el día 31 en la Copa Galicia.