Aunque a lo largo de su ya dilatada carrera Hugo Mallo ha sufrido un par de lesiones graves, una de rodilla y otra en el hombro, que han requerido su paso por el quirófano, el capitán celeste ha mostrado una notable capacidad de recuperación, lo que le ha permitido disputar en los últimos diez años 337 partidos con el primer equipo del Celta.

Las dos lesiones graves sufridas por Mallo quedan bastante atrás. La primera, una rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha, la sufrió en un partido de Copa en el Santiago Bernabéu en enero de 2013 y lo mantuvo alejado de los terrenos de juego durante 23 encuentros, propiciando el ascenso de Jonny Otto al primer equipo.

La segunda la sufrió en el tramo final de la siguiente campaña. El capitán sufrió una fuerte luxación de la clavícula de su hombro izquierdo en un encontronazo con un rival que también requirió cirugía y puso fin a la temporada cuando quedaban por disputarse tres encuentros. El curso siguiente, Berizzo decidió no alinearlo en los tres primeros partidos como medida preventiva, pero desde entonces apenas ha sufrido otro problema de rodilla en la rodilla derecha, en este caso una rotura del ligamento lateral interno, del que se recuperó en un tiempo récord de seis semanas, y un puñado de lesiones musculares de carácter leve. El pasado curso, el lateral marinense solo se perdió tres encuentros de Liga, uno por un problema muscular, otro por acumulación de tarjetas y un tercero por decisión técnica.