Manel Vázquez llega a Verín sabiendo donde se mete, en un histórico en apuros, serios. No le arredra, más bien al contrario. Hace unos pocos meses era entrenador de Tercera división al frente del Arenteiro, ahora va a dirigir en la Primera Galicia. Espera el momento tomando el sol en una playa pontevedresa.
- ¿Qué espera de esta aventura?
- Espero que en Verín se hable de fútbol. Ahora mismo es un equipo roto, en lo deportivo y en lo social. Pero estamos a tiempo, me da que los malos momentos ya han pasado. Ha entrado gente en el club que genera mucha ilusión y estoy seguro que entre todos vamos a levantarlo, por mi parte llego con toda la humildad del mundo. El Verín va a jugar en Primera, sí, pero es un histórico, no olvidemos que llegó a jugar un ascenso a Segunda B.
- Previo breve paso por Barbadás, viene de un equipo plenamente consolidado en Tercera que también tuvo momentos de zozobra, ¿es Carballiño un espejo en el que mirarse?
- Perfectamente, y también el Barco. El Arenteiro está donde está porque llegó al club gente seria que comulgó muy bien con los aficionados. Y llegaron los resultados, sin ellos es difícil fidelizar a la gente. Pero tengo claro que Verín no es menos que Carballiño, tenemos que enganchar a una afición que es fiel pero está desencantada, se ha desenganchado. Tenemos mucho trabajo por delante.
- ¿Qué están antes, los resultados o recuperar el fútbol para Verín?
- Van unidas, una lleva a la otra. Es importante que transmitamos seriedad y sacrificio. A eso vamos.
- ¿Qué proyecto deportivo tiene en mente?
- Pues el mejor que podamos, el nombre ayuda pero no lo es todo, los problemas hicieron que muchos jugadores se marcharan. Pero no, no va a ser un presupuesto muy diferente al del resto, va a ser muy normalito para esta categoría. Va a costar, trabajo pero también dinero.
- ¿En qué está ahora?
- En saber con qué jugadores del año pasado vamos a poder contar, van a quedar muy pocos. Y ya es algo tarde para acudir al mercado, vamos a esperar algún descarte de una categoría superior. El equipo va a ser nuevo, o al menos seminuevo.
- ¿Qué tal el trato con el presidente?
- Bien, aunque mi venida a Verín la traté con Juan Carlos Francisco. Pero sí, bien. Zubi (Zubiela, el presidente) es una persona muy humilde y muy trabajadora que quizá no tuvo recompensa en la anterior etapa.
- Todavía quedan casi tres semanas para empezar, ¿se la hace largo?
- Un poco, a estas alturas ya habíamos empezado en Carballiño, aquí hasta el 5 de agosto nada, la liga no comienza hasta el 8 de septiembre. No es ningún desdoro entrenar en Primera regional, estamos hablando del Verín. Crecer, tenemos que crecer.
- ¿Qué fútbol se imagina?
- Los que llevamos mucho tiempo en esto sabemos que ningún tipo de fútbol te garantiza resultados. En este apartado yo no me puedo quejar, en todos los proyectos he estado a la altura. No me gusta hacer castillos en el aire, calma y tranquilidad y los pies en el suelo.
- Excepto en Barbadás, todas sus etapas han sido largas, de cuatro años para arriba...
- Es verdad, en realidad me fui de los sitios porque quise, la rutina con los aficionados, con los futbolistas... Ese desgaste es inevitable. A veces es bueno y saludable decir hasta aquí, ya digo por desgaste o también porque sientes que no se te valora lo suficiente. Verín es un reto, ayudar a un histórico en un mal momento.
