Rubén Arce va superando etapas en el proceso que debe volver a llevarle a los terrenos de juego. El miércoles volvió a tocar balón, cuatro meses y medio después de la grave lesión que le hizo ser baja en el momento decisivo de la temporada pasada. Como él siempre dice, sin plazos. Pero está ganando la partida.
"Me vino bien tocar la pelota para matar el gusanillo, nada serio. Le daba con cautela, con precaución, con miedo, apenas a uno o dos metros. Me noté inseguro, es normal", detalla el futbolista.
"Siempre digo que no me quiero poner plazos, los plazos te los marca el día a día. Tengo ganas de volver, muchas, pero hay que ir paso a paso", añade Arce, afanado en ejercicios de movilidad y fortalecimiento a base de coger peso. "Estoy en buenas manos", sentencia, ya sin la pesada carga de las muletas desde hace algún tiempo.
Para navidades deberá estar a pleno rendimiento, en una pretemporada atípica en la que se evitará los palizones que van a sufrir sus compañeros desde el próximo jueves. "Ya, pero estaría encantado de padecerlos, lo firmaba ahora mismo. Pero bueno, es lo que toca. Ya se lo decía a mis amigos, una vez que te dicen que te tienes que operar sientes que te hundes. Pero te hundes la primera hora. A partir de ahí tienes que sacar a relucir un espíritu positivo", remarca.
El pasado reciente
Nada queda para empezar la pretemporada, algo más para comenzar la competición. El manido partido a partido es a lo que se agarra Arce para valorar por qué va a pelear la UD Ourense. "El año pasado hicimos una primera vuelta fantástica, luego por unas causas u otras nos vinimos abajo. Pero en global, el año fue bastante bueno en la que era la primera campaña en la categoría", subraya el futbolista rojillo.
"Ya digo que tengo unas ganas locas de volver, cada semana que pasa van a más. No veo el momento de volver a correr y sobre todo de volver a estar metido en la dinámica del grupo con los compañeros", refiere Arce, que se detiene en el miedo, esa sensación inevitable cuando se sale de una lesión de larga duración. "Es complicado, hasta que no juegue el primer partido, el segundo, no podré valorarlo de verdad. En la primera carrera que dé seguro que algo notaré, es el subconsciente. Lo que tengo claro es que siempre debes buscar el límite, una pequeña molestia no te debe parar. Tienes que ser consciente de hasta dónde puedes llegar, nadie mejor que tú conoce tu cuerpo", finaliza Rubén Arce.
