Félix Mojón vuelve a casa. Porque el entrenador ribadaviense vuelve a ocupar un banquillo, el del CDC Ribeiro, que ya fue suyo en la temporada 2010-11. Un periplo de siete años en Ibiza, tres en la liga Asobal como segundo en el Octavio, Lalín o Cañiza han sido otros de sus destinos. No tiene tiempo que perder, el día 30 ya está citada la plantilla para comenzar los entrenamientos de pretemporada.

Y es que el balonmano tiene prisa. Mucha, de manera que el equipo ourensano ya conoce que la próxima temporada formará parte del grupo A de la Primera Nacional, junto a otros quince equipos, todos gallegos excepto tres canarios, San José Obrero de Lanzarote, Ingenio de Gran Canaria y Bm Tejina de Tenerife. Para el comienzo de la competición queda bastante sin embargo, será el 22 de septiembre y a los ribadavienses les tocará visitar al Chapela.

Balonmano Lalín, Xiria de Carballo y San José Obrero parten como principales favoritos en una competición en la que el objetivo del CDC Ribeiro volverá a ser la permanencia.

A falta de un refuerzo para la primera línea y un extremo derecho, el conjunto ourensano da por cerrada la plantilla con las incorporaciones de Thiago Barcellos, internacional brasileño en la modalidad de balonmano playa que llega procedente del Academia Octavio de Vigo, de donde acude también el zurdo Yago Rivas; además, Xurxo Carreño y Borja Pérez dejan el Campus Ourense, para enrolarse en el proyecto ribadaviense, nuevas caras a las que se suman jugadores de las categorías inferiores del club.

"Tenemos que ir asentando poco a poco el club, ir consolidándolo en la categoría. La temporada pasada se alcanzó la permanencia y ésa es la meta con la que afrontamos ésta", detalla el entrenador, que añade que "la idea es mantener la línea del año pasado dándole mucho protagonismo a la cantera".

"Vuelvo porque me gusta el proyecto de este club, me parece muy atractivo. Tiene una buena estructura, muchas posibilidades. Cada vez es más grande", remacha.